En 2019, Andrés Manuel López Obrador reclamó por escrito al español disculpas por los excesos cometidos durante la conquista de América. Felipe nunca contestó y ello lleva en el ejercicio práctico y democrático del derecho y respeto a no contar con su atención. La presidenta electa de MéxicoClaudia Sheinbaum toma posesión del cargo el 1 de octubre, y si Felipe VI nunca contestó ¿porqué tendría que invitarlo?
El Ministerio de Asuntos Exteriores español anunció que debido a la «inaceptable exclusión» del Rey de la invitación a la toma de posesión, el Gobierno había decidido no participar en la misma «a ningún nivel» y por tanto no habría representación oficial española.
Sheinbaum ha explicado y no contempla romper relaciones diplomáticas con España, pero sí ha exigido que Madrid tenga «respeto» a las autoridades mexicanas.
El actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador, al respecto dijo «el perdón engrandece a los pueblos, no los avergüenza». Que España «exprese el reconocimiento de los agravios causados» durante la Conquista. Un acto con motivo del 200 aniversario de la independencia en 2021, una «ceremonia conjunta al más alto nivel» y que «el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados» durante la Conquista. No hubo respuesta a la carta de López Obrador
Sheinbaum ha dicho que para su futuro Gobierno «el reconocimiento de los pueblos indígenas es fundamental para continuar avanzando en la transformación de nuestra vida pública, pues es ahí donde se encuentra la raíz de la grandeza cultural de México”
En octubre de 2020, con motivo del Día de la Hispanidad, López Obrador volvió a pedir a España que se disculpara, argumentando que la conquista como fuerza «civilizadora» de América es solo «una justificación ideológica para encubrir la imposición y el saqueo».
Después la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya, dejó claro que el Gobierno español no iba a disculparse, apostando en lugar de ello por «construir sobre el pasado, pero mirando al futuro». Sus palabras no gustaron a López Obrador, que lamentó que «hay países que mantienen todavía afanes colonialistas».
Los actos de conmemoración del quinto centenario de la caída de Tenochtitlán a manos de las tropas comandadas por Hernán Cortés en agosto de 2021 volvieron a ser otro momento propicio para arremeter contra España y la Conquista.
«¿Trajeron civilización a la tierra que Cortés bautizó como la Nueva España? ¿Valieron la pena tantas muertes? ¿Tanto pueblo arrasado, saqueado y quemado? ¿Tantas mujeres violadas? ¿Tantas atrocidades ordenadas por el mismo Cortés?», planteó el mandatario mexicano, para quien «no hay justificación alguna ante tan terrible desgracia».
En septiembre de ese año, volvió a poner en tela de juicio los beneficios que para México supuso la llegada de los conquistadores. El mandatario criticó a las «elites» españolas, que con su «arrogancia» e «ínfulas de superioridad» continúan defendiendo que llegaron para «civilizar» al país, cuando lo que trajeron fue «la viruela». México «se creó hace miles de años» y en el país «florecieron grandes civilizaciones y grandes culturas», sostuvo.
Sería finalmente en febrero de 2022 cuando puso la guinda, declarando la «pausa» en la relación. El motivo esgrimido entonces fue el saqueo que según él han cometido las autoridades y las empresas españolas en México en los últimos años, con la connivencia de quienes le han precedido en el cargo, en particular Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
López Obrador dijo entonces que, dado que la relación no era «buena», lo conveniente sería «hacer una pausa» y esperar a restablecer las relaciones «cuando cambie el Gobierno» y él ya no esté en el Palacio de los Pinos. En este sentido, tras la elección de Sheinbaum en julio había apuntado precisamente a la «posibilidad» de que esta optara por revertir esta medida.
América despierta, ya en la posesión de Gustavo Petro, Felipe VI no rindio respetos al no levantarse de su silla durante la ceremonia.