Miles de personas sin hogar enfrentan hambre y frío que los aproxima cada día y cada noche más a la muerte.
Una niebla helada se asienta sobre el área de Zafarpur en Nueva Delhi. Se acerca la medianoche y los miles de vagabundos de la capital india extienden sobre las aceras sus colchones y mantas desgarrados.
Los que no tienen mantas, pasan la noche alrededor del fuego humeante de basura. La escena se repite cada año, la capital de la India vive la dura época del frío invernal que provoca la muerte a decenas de personas sin hogar y que sufren el frío en las calles. Ahora se registran hasta 3,3 grados centígrados y advierte el servicio meteorológico nacional del país que vendrá una intensa ola de frio.
Los 20 millones de residentes de Nueva Delhi están acostumbrados al clima extremo, el calor del verano y la espesa niebla gris del invierno.
El frío es una prueba para los vagabundos de la ciudad que no alcanzan un lugar en los 195 refugios superpoblados por hasta 19 mil personas y que ofrecen alguna protección pero en pésimas condiciones sanitarias, paradójicamente no hay agua, los parques y pasos subterráneos del tren son muy concurridos.
El hacinamiento es un gran problema incluso en los maltrechos escondites de la ciudad revolcada y plagada de necesidades, algunos incluso prefieren la intemperie total para respirar mejor, pero pudieran morir de frio.
En 2011 habían 47 mil vagabundos en la ciudad hoy más de 150.000 personas no tienen un hogar permanente.