Es ilógico creer que las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las órdenes de la Corte Internacional de Justicia – CIJ puedan detener el genocidio israelí en Gaza. El mundo vive un cumulo de engaños / ¿Qué paso con la resolución que pedía un “alto el fuego inmediato” entre Israel y Hamás y la “liberación incondicional de todos los rehenes”? Nada. Nada diferente a más muertos y atentados, más intereses que ahora pocos entienden.
EE. UU. se abstuvo, por primera vez y permitió así que se aprobara la resolución. Aplausos y alivio en el mundo. No paso de ser un acto hipócrita y falaz. Un acto ridículo para frenar la furia asesina de Israel en la destrozada Gaza.
La votación no fue más que la orden de quienes se habían opuesto a otra serie de resoluciones de alto el fuego que libraron al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu a hacer lo que quisiera por cualquier medio y durante el tiempo que quisiera con los Palestinos.
Ahora, quienes dieron esas órdenes quieren aparentar que obligan a Netanyahu a dejar de hacer lo que ha estado haciendo y quieren que el mundo les crea. Es demasiado tarde, la farsa esta comprobada.
Netanyahu y los suyos han afirmado que la ONU es un pozo negro de antisemitismo y que junto a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el Consejo de Seguridad de la ONU –son anacrónicos e inservibles. De hecho, las anteriores ordenes despertaron la furia asesina de Israel que aumentó su crueldad y ferocidad.
La abstención de Joe Biden, presidente de EE. UU. y sus declaraciones de relación sacrosanta con Israel, tiene ahora un marcado interés propagandístico electoral, señalar el fin de la “historia de amor con Israel” es una falacia. No sucederá, EE. UU.; usa a Israel para mantener su presencia en medio oriente y se remite a Netanyahu en Gaza como una “beligerancia implacable”
Biden y Netanyahu han siempre acordado desde sus posiciones enmarañadas y carentes de significado un camino libre al exterminio. Biden no ha dejado de enviar bombas a Netanyahu para limar diferencias
El “desprecio” de Netanyahu por la “preocupación global” es producto de este cálculo contundente: al igual que la CIJ y el Consejo de Seguridad de la ONU, Biden es irrelevante.
Habrá un Israel más grande, es el objetivo final de Netanyahu sobre el genocidio que se desarrolla. No existe ningún plan a la vista que pueda implementarse, sólo arrasar por Israel y sólo venganza por Palestina.
El derecho palestino a la autodeterminación y reconocimiento de la integridad territorial de un Estado es quizás el mayor engaño de todos. Los palestinos lo saben.
Los israelitas siguen vendiendo al mundo un poder insostenible, un gobierno incapaz y una sociedad con miedo, pero además un ejército violento y mortífero que a jurado arrasar con Gaza y ello implica exterminar a sus habitantes. Mientras seguirá el engaño y morirán muchos inocentes de ambos bandos. Hoy el turno fue para integrantes de una ONG´s.
El mundo ya está ciego, sabe del interés y de los engaños al final los muertos no hablan yen vida no han tenido quien los represente
