“Sabemos que existen desigualdades generalizadas en los resultados de salud. Medir las desigualdades en los resultados por sí sola no puede explicar por qué surgen y persisten tales diferencias. Estas desigualdades podrían, por ejemplo, ser evidencia de la inequidad de la prestación de atención médica y apoyo social, determinantes sociales más amplios de la salud o diferencias en la capacidad de participar en un estilo de vida que mejore la salud”, dice el informe de The Economist.
Los análisis mundiales se soportan en 37 indicadores sobre las herramientas que utilizan los gobiernos para reducir la inequidad en el sistema de salud y promover la inclusión /LP7D/ OMS/
La buena salud se basa en un ecosistema que abarca entre otros factores como el de una vivienda saludable con entornos que promuevan salud, educación, actividad física y dieta alimentaria equilibrada. La OMS calcula que entre el 30% y el 55% de los resultados de salud pueden atribuirse a dichos determinantes.
Este estudio calificó 40 países en tres dominios clave: salud en la sociedad, sistemas de salud inclusivos y empoderamiento de la comunidad.