Son muchos los que le apuestan a una guerra ampliada, una guerra que involucre al mundo, son locos y están allí asomándose cada vez más. / La OTAN y la Unión Europea demandan más armas de sus aliados para llevar a Ucrania. Ningún líder de esas organizaciones propone una alternativa diferente.
A los afanosos pedidos se une el de un no menos frenético exembajador de Estados Unidos en Rusia, Michael McFaul, el exmilitar se pronunció a favor de una expansión masiva del suministro de armas occidentales a Ucrania. En lugar de aumentar gradualmente el apoyo militar al país atacado por Rusia -como ha sido el caso hasta ahora-, la OTAN debe apuntar a un «big bang» en la guerra, que ya lleva casi un año.
“Ante los progresos rusos desde el inicio de la invasión, occidente debería entregar más tanques, pero también misiles de largo alcance, drones y aviones de combate, todo esto lo más rápido posible y en grandes cantidades” son las palabras del último loco en pronunciarse hoy.
El presidente de Brasil Ignacio Lula, el único gobernante del mundo con una estrategia seria para poner fin a la guerra ha dado una lección de capacidad diplomática y un portazo a Europa y Estados Unidos a través del canciller alemán Olaf Scholz. Europa avergonzada no aceptaría la intervención del presidente brasilero y menos ahora que él ha negado él envió de armas a Ucrania, sumándose a similares decisiones de todos los países de América a excepción de Estados unidos y Canadá, estos también locos por más guerra.
Desde luego que entre los más locos están Vladimir Putin y Volodomyr Zelensky, pasaron y se fueron Boris Johnson y Mario Dragui, otros están allí siempre candentes son Enmanuel Macron y Pedro Sánchez que atizan y empujan a Olaf Scholz y otros más mesurados, pero no menos locos.
Ahora se deben tomar medidas. «Al final, Occidente será juzgado por lo que sucedió en el último año de la guerra, no por lo que sucedió en el primero». Dice el loco McFaul.