Apple Daily, obligado a cerrar por el hostigamiento de las autoridades
A lo largo y ancho de la ciudad, miles de hongkoneses guardaron este jueves largas colas para hacerse con la última edición del Apple Daily, el diario más combativo del bando prodemocrático, que se ha visto obligado a cerrar por el acoso al que le someten las autoridades./france24h.com
El diario, que normalmente vende unas 80.000 copias diarias, mandó imprimir como despedida un millón. Aún así, hacerse con un ejemplar no era nada fácil.
Ya durante la madrugada, miles de personas hacían fila pacientemente, algunos incluso durante más de dos horas, ante alguno de los puestos de distribución.
Más tarde, las redes se llenaron de mensajes sobre los puntos de venta que reponían existencias, donde de inmediato se formaba una nueva cola con gente ávida por hacerse con un último ejemplar.
“Es una lástima. Todos sabíamos que con la nueva ley (de Seguridad Nacional) irían a por ellos, pero no pensábamos que lo lograrían cerrar tan rápido”, contó a este diario la treintañera Yoanna Tong.
La noticia del cierre llegó este mismo miércoles, después de que la policía detuviera a su jefe de editoriales y columnista habitual, Yeung Ching Kee.
Con él, ya eran seis los altos cargos del diario detenidos en la última semana por una serie de artículos que, supuestamente, violan la ley de Seguridad Nacional impuesta por Pekín el año pasado. La norma castiga con hasta cadena perpetua delitos como el de secesión, subversión o colusión con fuerzas extranjeras.
Además de los arrestos, la justicia registró la sede del periódico y congeló sus fondos, sin los que no podían hacer frente al pago de proveedores o plantilla, por lo que finalmente decidieron cerrar antes de lo previsto.
Tras su fundación en 1995, dos años antes de que Hong Kong volviera bajo soberanía china, el Apple Daily pronto llamó la atención de público y autoridades.
Tabloide sensacionalista de la región por excelencia, fue protagonista de casos sonados, como cuando pagó a un hombre para que se dejara fotografiar con dos prostitutas tras la muerte de su esposa y dos hijo, fue condenado por difamación o publicó una página en la que comparaba a los chinos del interior con una plaga de langostas que esquilmaban los recursos de la urbe.
Aún así, entre escándalos y cotilleos, también fue haciendo hueco para algunas investigaciones serias y piezas muy críticas contra el Partido Comunista chino y sus aliados locales, que nunca escondieron su desagrado con un medio identificado como uno de los símbolos del movimiento prodemocrático local.
De hecho, su papel en las movilizaciones de la ciudad es clave. Así se certificó en 2003 durante la marcha del medio millón de personas contra el proyecto de ley de Seguridad Nacional, en el “Movimiento de los Paraguas” de 2014 o durante las protestas de 2019, en las que sus primeras planas con consignas antigubernamentales se convirtieron en todo un clásico entre los manifestantes.
Pero desde que Pekín impuso la controvertida ley el año pasado, su suerte estaba echada, y ha ido recibiendo un golpe tras otro. Primero fue la detención en agosto de su fundador, el activista y magnate Jimmy Lai, que permanece en prisión por varios cargos relacionados con las protestas de 2019.
Su clausura también supone un duro golpe para la industria mediática local, que ha tomado buena nota de lo que puede pasar si se va demasiado lejos y no se acomodan a los nuevos aires que soplan desde Pekín.
En el año 2002, Hong Kong figuraba en el puesto 18º de la clasificación de lugares con mayor libertad de prensa; en el último listado ocupaba el puesto 80º, y muchos creen que todavía puede seguir perdiendo puestos.