El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev y su plan militar de rediseñar el mapa geopolítico y vengar la derrota ignominiosa causada a su padre hace tres décadas. Recuperar el enclave montañoso de Nagorno-Karabaj al control total de Azerbaiyán después de que sus habitantes étnicos armenios se aislaran en busca de independencia en 1990.
Ilham Aliyev; «La historia da vueltas y zigzagueos», «No pudimos hacer esto antes y probablemente no sería una buena idea hacerlo más tarde», «Las estrellas se alinearon por ciertas razones y el presidente Aliyev vio la alineación»/LP7D/Infogate/
Entre estas «estrellas» destacó la nueva incapacidad o falta de voluntad de Rusia, Occidente o Armenia para intervenir para proteger Nagorno-Karabaj. El enclave autónomo tenía 10.000 combatientes a su disposición según Azerbaiyán, cuyo propio ejército -estimado en más de 120.000 efectivos por los expertos occidentales- lo eclipsaba.
Entre el Cáucaso y el mar Caspio se ubica Azerbaiyán, una ex república soviética de mayoría musulmana chií y con grandes recursos petroleros. Desde su independencia, el país ha sido dirigido por miembros de la dinastía Aliyev, aliados matrimonialmente con los Pashayev, una de las principales familias del país. Juntos han conseguido establecer un régimen estable que ha alcanzado altas cotas de prosperidad económica, a la vez que la oposición ha sido duramente reprimida y la corrupción se ha extendido sobre el país.