OMS y Unicef han dicho que no se debe obligar a los niños más pequeños a usar máscaras, principalmente porque no pueden ponérselas y quitárselas correctamente por sí mismos.
«La mascarilla quirúrgica puede provocar en los niños, según la experiencia de uso: sensación de calor, irritación, dificultad para respirar, malestar, dificultad para concentrarse, distracción y baja aceptación de la propia mascarilla. Además, no se ha demostrado su eficacia durante el juego y la actividad física ». Matteo Bassetti, director de la Clínica de Enfermedades Infecciosas del hospital San Martino de Génova.
Recomienda que los niños mayores de 11 años lleven mascarilla facial en las mismas condiciones que los adultos, como por ejemplo en entornos abarrotados, como medida de protección.
“Los niños también deben ser escuchados con respecto a sus percepciones y cualquier preocupación sobre el uso de una máscara”, han indicado en el documento, que mantiene las mascarillas faciales de tela como la mejor opción de protección facial al entender que las viseras transparentes “ofrecen menos protección”.
Según el especialista en enfermedades infecciosas, «incluso en los adultos la mascarilla quirúrgica ha reducido la capacidad cardiopulmonar durante los esfuerzos y ejercicios. Por último, «espero que quienes critican mis declaraciones al menos sepan leer, ya que han mostrado numerosos problemas de comprensión», concluye Bassetti.
OMS ha indicado ta,bien que los menores de cinco años no debe usar mascara (tapabocas)
«Según la evidencia limitada disponible, los niños pequeños pueden tener una menor susceptibilidad a la infección en comparación con los adultos; sin embargo, los datos disponibles sugieren que esto puede variar según la edad entre los niños»