Expandir la clase media, controlar el Covid y energías renovables, entre sus propuestas pilares
Biden aumentará el impuesto a la tasa máxima de ingresos ordinarios. promete no aplicar nuevos gravámenes a las personas que ganan menos de US$400.000 al año. Elevar el impuesto sobre sociedades.
El empleo, y el fortalecimiento de la clase media. Aumentar de US$7,25 a US$15 la hora el salario mínimo. Además, invertirá $1,3 billones en 10 años para fortalecer las competencias de la clase media y crear buenos empleos sindicalizados que la expandan.
La transición hacia las energías renovables. Inversión de US$400.000 millones por 10 años con diferentes proyectos. Además, pondrá fin a los subsidios federales a la industria del petróleo y el gas. Sin embargo, ha dejado claro que no prohibirá el fracking, que tanto le han cuestionado.
La guerra comercial con China, país que ha tildado de “fuerte competidor, pero no enemigo”. Prevé un plan de US$400.000 millones en cuatro años para la compra de bienes y servicios estadounidenses y no empresas extranjeras.
Propone un programa nacional de pruebas de detección gratuitas, desarrollar una fuerza laboral de rastreo que genere 100.000 empleos y garantizará una licencia con paga para todos los que se enfermen. Podrá retornar el Obamacare.
Fortalecer y agrandar montos y líneas de crédito, así como relocalizar empresas que actualmente producen en otros países.
Fortalecimiento de las universidades comunitarias en las que invertirá US$8.000 millones y proporcionará dos años sin deudas para cualquier persona. Además, condenará créditos educativos.
Reapertura de Estados Unidos de forma paulatina y segura. En este punto se espera restricciones para los viajeros o países con alto contagio.
Habrá prelación para los migrantes venezolanos.