El presidente de EE.UU. condena su reelección, el alto precio político por su ambivalente posición, critica públicamente la conducción de la guerra en Gaza, pero continúa suministrando a Israel las armas para la guerra. El mundo desenmascara al presidente que como su vida luce ausente de la realidad.
Las palabras del jefe militar de Israel Moshe Dayan ante sus ministros en 1967, toman vigencia hoy “Nuestros amigos estadounidenses nos ofrecen dinero, armas y consejos. Tomamos el dinero y las armas, y rechazamos el consejo” son las mismas palabras de Netanyahu a Biden hoy.
El primer ministro de Israel ahora, Benjamin Netanyahu, luce tan radical y sanguinario como Dayan en las declaraciones más frías “Necesitamos tres cosas de Estados Unidos: municiones, municiones y municiones”. Y de hecho, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, de visita en Washington por primera vez, llegó allí el domingo 24 de marzo con una larga y detallada lista de agravios sobre los que aparecían armas de todo tipo, y nada más.
Pero Biden parece olvidar las palabras de Netanyahu hace 9 años ante el Congreso estadounidense y que hoy toman gran valor; “Por primera vez en cien generaciones, podemos defendernos. Por eso puedo prometerles esto: si Israel debe mantenerse solo, Israel se mantendrá”. Una bravuconada que ahora la repite desconociendo al propio EE.UU. y negándose a someterse a sus voluntades.
Netanyahu lidera el desconocimiento de Israel a la Organización de Naciones Unidas -ONU, arremete contra gobiernos y gobernantes, amenaza y cada día somete en violaciones de derecho a miles de ciudadanos palestinos en Gaza y Cisjordania, el mundo se silencia, ¿el poder de Netanyahu es tan grande?, ¿la necesidad de EE.UU. por permanecer allí sacrifican al propio Biden?