Para hacer lo que se te dé la gana… para demoler principios y valores en dignidad es lo que hacen tipos como él en el mundo. Lo que han denominado Democracia, cada vez pierde contexto y confunde. Ahora es Joe Biden el presidente “de oficio” de EE. UU. que se patrasea como cualquier padre forajido y hace lo que se le da la gana sin importarle nada.
A dias de su salida de la Casa Blanca, el hombre inducido por sus regentes ha dedicado estos días a mortificar de manera confusa la llegada de su sucesor Donal Trump. Pero esta vez ha decidido dar un nuevo golpe por decisión propia, eso sí igual o peor de desastrosos, ha indultado a su hijo, un delincuente al que la justicia condenó por varios delitos.
La demostración de influir en cambios judiciales es sorprendentemente oprobiosa cualquiera sea el argumento, ¿el senil hombre fuerte ha violado cualquier orden moral en beneficio propio? ¿está dando una demostración de la nueva dimensión del poder de unos y del sometimiento de otros?
Biden perdonó a su hijo condenado, como padre puede resultar valioso y comprensible, como líder de la sociedad estadounidense que se vanagloria del virtuosismo democrático es criminal. Incluso, atendiendo los argumentos de que su hijo fue tratado “injustamente” por el sistema judicial que se dejó permear por la política en el proceso que indujo a un error, «Ninguna persona razonable que analice los hechos de los casos de Hunter podría llegar a otra conclusión que no sea que Hunter fue seleccionado simplemente porque es mi hijo, y eso está mal», sostiene Biden.
Biden termina por el suelo, sin credibilidad, sometido al escarnio público y utilizado por las elites dominantes, financieras, tecnológicas, farmaceutas y militares, con una agravada situación de salud mental.
Biden debió soportar desde 2016 acusaciones contra su hijo Hunter, declarado drogadicto y alcohólico, comprometido en turbios negocios en el extranjero y pagos opacos, gastos delicados y en abundancia para clubes de sexo, strippers y «entretenimiento para adultos», disputas legales con una ex stripper por el apoyo a un hijo ilegítimo, causaron gran revuelo y se acrecentarón con asuntos más privados de su familia como la infromación de hija sobre las adiciones de su padre y su cuñada con quien se relacionó después de la muerte de su marido, hermano de Hunter.
La justicia le condenó por porte ilegal de armas que según el Departamento de Justicia de EE. UU. la daría hasta 17 años de prisión por el caso. La sentencia estaba prevista para el 16 de diciembre. Según los expertos, podría haber escapado sin ir a prisión.
Joe Biden declaró públicamente en repetidas ocasiones que amaba a su hijo y estaba orgulloso de él. También había dejado claro que no lo perdonaría ni reduciría su sentencia; ahora se ha retractado.