Los partidos de Italia votaron el sábado abrumadoramente a favor de que el presidente saliente, Sergio Mattarella, permanezca por otro mandato, evitando el caos político que podría haber provocado la falta de elección de su sucesor en la tercera economía más grande de la eurozona.
El presidente italiano Sergio Mattarella./ambito.com
La elección del hombre de 80 años puso fin a semanas de dudas sobre si el preciado primer ministro Mario Draghi debería ascender, y muchos temían que tal medida hubiera dejado al gobierno sin timón en un momento muy delicado.
Mattarella necesitaba embolsarse 505 o más votos. Ganó 759, lo que le valió otro período como presidente a pesar de sí mismo.
El ex juez de la corte constitucional había descartado repetidamente servir para un segundo mandato, pero cedió el sábado después de que los partidos políticos de Italia no lograron encontrar otro candidato viable.
«Tenía otros planes, pero si es necesario, estoy disponible», dijo antes de la votación, según representantes parlamentarios del partido.
Se esperaba que prestara juramento el miércoles o el jueves.
El experto constitucional Gaetano Azzariti dijo anteriormente a la AFP que la elección de Mattarella sería para el mandato completo de siete años, pero que podría renunciar antes.
Draghi dijo que el resultado era «una noticia maravillosa para los italianos».
Mattarella ya ha cumplido un tumultuoso mandato de siete años, durante los cuales ha buscado ser una figura unificadora a través de cinco gobiernos diferentes y la devastación del coronavirus.
El siciliano, que era un juez del tribunal constitucional poco conocido cuando fue elegido jefe de Estado por el parlamento en 2015, ha sido apreciado por partidos de todo el espectro político.
Se espera que Mattarella permanezca en el cargo ahora durante al menos un año, para que el país llegue a las elecciones generales de 2023. Eso también dejará a Draghi libre para seguir adelante con la recuperación pospandémica de Italia.
– ‘Ideal para los mercados financieros’ –
Draghi, un exjefe del Banco Central Europeo contratado para encabezar un gobierno de unidad nacional hace casi un año, ha sido clave para revivir la economía de Italia, cargada de deudas.
Italia cuenta con casi 200.000 millones de euros (222.000 millones de dólares) en fondos de la UE para cimentar la tendencia, pero el dinero de Bruselas depende de un calendario ajustado de reformas.