Ruhollah Zam, “El contrarrevolucionario” fue colgado tras la confirmación de su sentencia por la Corte Suprema debido a la “severidad de los crímenes” perpetrados contra la República Islámica
La organización de defensa de Derechos Humanos Amnistía Internacional, que calificó a Zam de “periodista y disidente”, reaccionó al anuncio y juzgó que la confirmación de la condena confirmaba que la República Islámica recurre cada vez más “a la pena de muerte como arma de represión”, lo que tildó de “espantoso”.
La ONG instó a la Unión Europea a intervenir rápidamente ante el guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, para que anule “ese cruel veredicto”.
Zam había vivido en el exilio en Francia durante varios años antes de ser detenido por los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, en circunstancias por determinar.
Zam, que tenía el estatuto de refugiado en Francia, dirigía un canal (Adamnews) en la plataforma de mensajería cifrada Telegram y fue condenado por desempeñar un papel activo, a través de este medio, en las protestas del invierno de 2017-2018.
Atendiendo un pedido de las autoridades iraníes, Telegram cerró Amadnews, que tenía entonces casi 1,4 millones de seguidores, acusándolo de incitar a la violencia.
En junio, fue declarado culpable de todos los cargos de los que se e acusaba: “corrupción en la tierra”, uno de los cargos más graves en la República Islámica -que puede ser castigado con la pena capital-, “delitos contra la seguridad interior y exterior del país”, “espionaje para los servicios de inteligencia franceses” e insulto al “carácter sagrado del islam”.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RFS) manifestó su indignación este sábado por la ejecución, horas antes, del opositor en Irán, condenado a muerte por su implicación en las protestas de 2017 y 2018.