La filtración de documentos clasificados expone el espionaje de Estados Unidos sobre adversarios y aliados / Las tácticas acciones militares en Ucrania / La planeación y repartición de la reconstrucción de Ucrania / Análisis de las agencias de inteligencia de Rusia y otros países / temores sobre el impacto en la seguridad global / es la mayor violación a la inteligencia militar / Rusia no da crédito total a la documentación subida en redes.
Los documentos deberían entregarse al Gral. Mark A. Milley presidente del Estado mayor conjunto /EE.UU. dispuesto a determinar la fuente de la filtración y sus implicaciones es el imperativo del Pentágono, la investigación interna del gobierno provoca caos este fin de semana festivo /LP7D/
No saben cómo tantos documentos con producción menor a cinco días terminaron en Internet, se sorprendieron, y en ocasiones se enfurecieron, por la extraordinaria variedad de detalles que exponían los archivos sobre cómo Estados Unidos espía amigos y enemigos por igual.
Los documentos se entregarían a el general Mark A. Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, y otros oficiales, pero su disponibilidad era de otros y contratistas autorizados / Los documentos fueron compartidos por un usuario en un servidor llamado “Wow Mao”.
Otros secretos, revelan dónde la CIA ha reclutado agentes humanos al tanto de las conversaciones a puerta cerrada de los líderes mundiales; escuchas clandestinas que muestran que un equipo de mercenarios rusos trató de adquirir armas de un aliado de la OTAN para usarlas contra Ucrania; y qué tipo de imágenes satelitales usa Estados Unidos para rastrear a las fuerzas rusas, incluida una tecnología avanzada que apenas parece haber sido identificada públicamente.
Algunos de los documentos parecen ser evaluaciones detalladas del campo de batalla de Ucrania preparadas durante el invierno para los principales líderes del Pentágono. Pero los funcionarios solo se dieron cuenta de que los documentos estaban en un servidor público cuando el New York Times informó por primera vez de la filtración, según personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato para describir una investigación en desarrollo.
En el Pentágono restringieron el flujo de inteligencia y tienen un alto nivel de pánico entre los líderes. La inteligencia europea está preocupada además porque si Washington restringe el acceso de los aliados a futuros informes de inteligencia, les va a dejar en la oscuridad.
Muchos documentos filtrados están etiquetados como «NOFORN», lo que significa que no pueden ser entregados a ciudadanos extranjeros. Pero otros fueron autorizados para ser compartidos con aliados cercanos de los EE. UU., incluida la alianza Five Eyes de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. La inteligencia estadounidense sobre las actividades británicas y canadienses está contenida en algunos de los documentos, lo que sugiere que las consecuencias de las filtraciones no se limitarán a los Estados Unidos.
Los documentos que refieren a la guerra en Ucrania muestran cómo Estados Unidos está evaluando el estado del conflicto y hacia dónde se dirige. Ese análisis informa las principales decisiones políticas de la administración Biden, incluido qué armas proporcionar a Ucrania y cómo responder a la estrategia de campo de batalla de Rusia en el Donbas pronostica una “gran campaña de desgaste” por parte de Rusia que “probablemente se dirige hacia un punto muerto, frustrando el objetivo de Moscú de capturar toda la región en 2023”.
En Rusia no se fían de la información y la consideran estratégica y peligrosa pero no de confianza.
Los documentos revelan que las agencias de inteligencia estadounidenses también conocen la planificación interna del GRU, la agencia de inteligencia militar de Rusia.
Los documentos apuntan a numerosos éxitos de inteligencia de los Estados Unidos. Pero también muestran cuán mermadas se han vuelto las fuerzas ucranianas después de más de un año de guerra lo que ha enfurecido a Kiev que ha ocultado al Kremlin su vulnerabilidad por falta de relacionadas con la escasez de municiones y otros datos del campo de batalla.
Hay temor porque es seguro que parte de la inteligencia ahora pública podría encender controversias diplomáticas.
Los documentos muestran que Estados Unidos ha obtenido acceso a los planes internos del notorio Grupo Wagner de Rusia, un contratista militar privado que ha suministrado fuerzas al esfuerzo bélico de Rusia, y que Wagner ha tratado de comprar armas a Turquía, un aliado de la OTAN. Se afirma además que el presidente interino de Malí, Assimi Goïta, “había confirmado que su país podría adquirir armas de Turquía en nombre de Vagner”.
Funcionarios estadounidenses y europeos han observado con recelo la alianza entre Moscú y Pekín. Hasta ahora, los funcionarios han dicho que no hay indicios de que China haya accedido a la solicitud de Rusia de ayuda militar letal. Sin embargo, un ataque ucraniano a Moscú con armas proporcionadas por Estados Unidos o la OTAN probablemente indicaría a Beijing que “Washington fue directamente responsable de la escalada del conflicto” y proporcionaría una posible justificación para que China armara a Rusia, concluye el análisis.