«Un faro en el cielo»: descubierto objeto cósmico nunca visto.
Observando esta fuente cósmica anómala se encontraba un grupo de astrofísicos del Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía de la Universidad de Curtin.Según han observado, el objeto —descubierto por un estudiante universitario— libera una colosal ráfaga de radiación electromagnética durante un minuto entero cada 18 minutos./newscurtin.edu.co
Un objeto cósmico misterioso y nunca antes visto ha sido descubierto por un grupo de astrofísicos en el Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía de la Universidad de Curtin en Australia. El cuerpo celeste se asemeja a una especie de faro que emite destellos muy intensos de ondas de radio a intervalos regulares de unos 20 minutos. Andrea Possenti , del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) en Cagliari, al comentar sobre la investigación, dijo a Ansa que «es un tipo de impulso de radio nunca encontrado hasta ahora». Estos pulsos anómalos son paquetes de ondas de radio, muy intensos y de varias decenas de segundos de duración, que se repiten a intervalos regulares de poco más de 18 minutos.
Durante décadas -dijo Possenti- hemos conocido y estudiado impulsos similares a estos, que creemos que son producidos por estrellas muy compactas conocidas como púlsares. En general, sin embargo. los púlsares emiten pulsos mucho más cortos y mucho más rápidos, que duran desde unos pocos milisegundos hasta segundos. Un manantial como el descrito en Nature es algo muy diferente». La anomalía, según los autores de la investigación, podría probar la existencia de una subfamilia de púlsares hasta ahora desconocida, particularmente lenta, o ser producida por un magnetar, es decir, estrellas de neutrones caracterizadas por campos magnéticos muy intensos y aún poco estudiados. Curiosamente, la señal observada es muy intensa, pero hasta ahora había escapado a las detecciones. “Esto -señaló Possenti- podría deberse a dos razones: una ‘técnica y otra’ practicada: dado que los púlsares que conocemos tienen periodos e impulsos muy rápidos, todos los instrumentos que buscan estas señales se enfocan en intervalos mucho más largos. A esto se suma el problema de la interferencia. Las ondas de radio son muy utilizadas en las actividades humanas y por ello distinguir una señal anómala procedente del cielo es en realidad muy complicado». El descubrimiento de estas nuevas fuentes abre ahora la posibilidad de hipotetizar nuevos experimentos y campañas de observación para buscar estos nuevos objetos cósmicos.
CON INFORMACION: leggo.it/NIUS/newscurti.edu.co/LP7D