La tragedia ocurrió a unos cuarenta kilómetros al sur de Sofía. El autobús se volcó, pero aún no está claro si se incendió tarde o temprano. 46 muertos.
Unas cincuenta personas, en su mayoría albaneses, viajaban en el vehículo, que partió de Estambul y se dirigió a Skopje. El primer ministro interino búlgaro, Stefan Yanev, telefoneó al primer ministro de Macedonia del Norte, Zoran Zaev, informándole de su intención de acudir al lugar del accidente.