Jefes de Estado de los países más poderosos: garantizan “acceso asequible y equitativo para todos ” de la vacuna contra el covid-19
La necesidad de que las vacunas lleguen a toda la población, incluida la de los países más pobres, ha sido un mensaje compartido por la mayoría en el G20.
«Hay que evitar un mundo a dos velocidades», el presidente francés, Emmanuel Macron.
«Un desafío global, que es lo que la pandemia sin duda es, sólo puede ser superado con un esfuerzo global. El G20 tiene una responsabilidad crucial en esta área», ha señalado la canciller alemana, Angela Merkel.
Según el rey saudí, los miembros del G20 han inyectado ya 11 billones de dólares en sus economías y han movilizado otros 21.000 millones para apoyar los esfuerzos mundiales contra la pandemia. Según Von der Leyen, es necesario que movilicen otros 4.500 millones más para la plataforma montada por la Organización Mundial de la Salud.
Vladimir Putin ha ofrecido la vacuna rusa Sputnik V y el presidente chino Xi Ping ha asegurado que que está dispuesto a «estrechar la colaboración con otros países en la investigación, desarrollo, producción y distribución de vacunas».
El presidente argentino, Alberto Fernández, avisó del peligro de un deterioro de la pandemia en América del Sur y la necesidad urgente de distribución accesible de la vacuna en todos los países. «Vemos lo que pasa en Europa con mucha atención. Advertimos que el riesgo de la segunda ola también existe en Latinoamérica, que es muy posible que ocurra lo que está pasando en Europa, que ocurra con la llegada del otoño y por lo tanto tenemos la oportunidad de conseguir esa vacuna que inmunice a nuestra sociedad en Latinoamérica»
El Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dijo:»Debemos trabajar juntos más estrechamente en solidaridad para derrotar al coronavirus. Espero que los esfuerzos del G20 inspiren esperanza al mundo».
El debate permitió ver las distintas actitudes para combatir la pandemia. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió «confiar más en la responsabilidad de las personas, garantizar, ante toda circunstancia la libertad y abandonar la tentación de imponer medidas autoritarias como el confinamiento excesivo o el toque de queda» en claro contraste con los dirigentes europeos.
El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mostrado enorme desprecio a la cumbre del G20 en la primera jornada dedicada a luchar contra la pandemia y la crisis económica. Pese a que la presidencia saudí de la reunión acomodó el horario a, entre otros, el estadounidense, Trump no ha permanecido mucho tiempo en la cumbre, que se ha celebrado de forma telemática, y se ha ido a jugar al golf.
Al ser el país anfitrión, Arabia Saudí, los dirigentes europeos optaron por no poner sobre la mesa la situación de los derechos humanos en ese país y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. En rueda de prensa previa, el ministro de Inversiones saudí relativizó que puedan afectar las críticas sobre falta de democracia. «Los inversores no son periodistas, buscan países donde puedan confiar en un gobierno eficaz», respondió el ministro Khaled al-Faleh. No obstante, la presidencia saudí ha sorprendido a las delegaciones europeas aceptando el principio de igualdad de género en las conclusiones.