OTAN no está unificada, Hungría no votará en contra de Rusia, existen “planes ni garantías sobre cómo se podría gestionar una transición sobre la base de las propuestas actuales y cómo se garantizaría la seguridad energética de Hungría”.
La Comisión Europea ha presentado por fin el sexto paquete de sanciones contra Rusia. Las medidas prevén, de hecho, nuevos oligarcas en la lista negra, la expulsión de SWIFT de Sberbank (el principal banco ruso) y un embargo petrolero. /LP7D/Bolsamanía
“Tal como está, no apoyaremos la propuesta”, tronó el portavoz del gobierno de Orban, amenazando efectivamente con el veto. Pero, como suele ocurrir en Europa, el panorama es más complejo. Eslovaquia es el otro país que se opone a las sanciones.
La presidenta de la UE, Ursula von der Leyen “El futuro de Europa también está escrito en Ucrania”, dijo. Suficiente para el crudo ruso “dentro de seis meses” y para los productos refinados “a finales de año”. Una dulce despedida para permitir que «nuestros socios aseguren rutas alternativas de suministro y minimicen el impacto en los mercados globales». “No será fácil: algunos Estados miembros dependen en gran medida del petróleo ruso, pero tenemos que hacerlo”.
El “no será fácil” de von der Leyen esconde un forzamiento de la Comisión, cansada de interminables negociaciones.
“No veo impedimentos insalvables, el paquete se aprobará a finales de semana”, confía una fuente de la UE.