El ex fiscal preso en Estados Unidos, en una cárcel de Carolina del Norte, declaró a través de vídeo conferencia sobre «el cartel de la toga»
Moreno reveló como funcionaba la empresa criminal que alteraba fallos a cambio de sobornos.
“Era una garantía que estuviera bajo el manto protector del doctor Ricaurte (…) bajo esa línea de la oficina, del grupo, de esta organización y eso les permitía tener la tranquilidad, por ejemplo, en los casos que se adelantaban en el despacho del doctor Gustavo Malo que, a pesar de que hubiera evidencia o a pesar que existiera un funcionario instruyendo y que se tuviera esa convicción, no se iba a tomar una decisión que los afectara; de esa forma se beneficiaron las personas que se acercaron de diferentes formas a la organización”, reveló.
Calificó el ‘cartel de la toga’ como un episodio de corrupción simple que no tenía una infraestructura montada. “Se le trataba dar una apariencia de legalidad que pareciera una asesoría jurídica, una actuación judicial, esto no era una corrupción sofisticada como la de Odebrecht o del sistema financiero, esto era vil corrupción (…)”, dijo.
Se preguntó: “¿dónde está el famoso concepto del doctor Ashton, dónde está ofrecido un contrato de prestación de servicios, dónde está un cheque girado? –eso no existe -, aquí se estaban pagando unos sobornos, unos actos de corrupción, las cosas hay que llamarlas así (…)”, indicó Moreno.
Contó que fueron retirados varios funcionarios de esa época porque eran considerados de alto riesgo para la red de sobornos judiciales, por que dejaban mucha evidencia que podía dejarlos al descubierto.
“En su momento se sacaron funcionarios de la función pública porque eran peligrosos, porque hay evidencia que nos comprometían y si seguían contratando de esa forma y pues, obviamente, con el paso del tiempo, íbamos a estar más comprometidos” relató.
Sobre el exmagistrado y fugado Leonidas Busto, a quien según la investigación de la Fiscalía llamaba ‘papá’, por todo lo que le había aportado a su vida como abogado, dijo que no actuaba como juez sino como defensor, “Por ejemplo, los casos que nos convocan a este juicio no eran de su despacho, él estaba comprometido a ponerse la toga pero hacerse latigar por defender las posiciones, de fungir más de abogado de los abogados, que de juez”
Son delincuentes quienes pagaron sobornos, no son víctimas, “Aquí no se pueden hacer pasar por víctimas, aquí no hay víctimas, las personas que se beneficiaron eran y son delincuentes”
“Habían funcionarios que en su labor jurisdiccional, a través de las investigaciones o por modio de las evidencias y de esos procesos, estaban convencidos de que se debían tomar ciertas decisiones y lo que hizo la organización fue tratar de favorecer, de tener dos códigos penales, de procedimiento o de aptitudes si se quiere, frente a lo que eran protegidos o clientes si se puede utilizar el término”
Moreno dijo estar arrepentido de haber hecho parte del ‘cartel de la toga’. “Hago un paréntesis para hablar de los procesos de forma descarnada, porque no existe otra forma de contarlo. Lamento lo que estoy contando por mis padres, lo lamento por mi hija, por mis amigos, por mí, porque no me preparé como abogado para llevar este uniforme de preso, de recluso (…)”, dijo.
Aseguró que todos los clientes de la organización cometieron delitos y no eran inocentes. “Debo decirle, señor juez, que sí teníamos una organización que favorecía delincuentes, que tenían evidencias en esos procesos que ellos eran culpables, no eran inocentes”.
relató que Juan Carlos Abadía, ex gobernador del valle y los ex senadores, Álvaro Ashton y Musa Besaile, no fueron hostigados para pagar sobornos a cambio de fallos judiciales favorables.
“No era que el doctor Ricaurte los estuviera persiguiendo, no era que el doctor Leónidas y Gustavo Malo u Gustavo Moreno, los estuviera persiguiendo, había evidencia de otros funcionarios que llegaban a la conclusión de que tenían que tomarse esas decisiones, y estas personas se beneficiaron de esa organización para que no se dieran las mismas, de acuerdo al derecho o no fueras tomadas o también para tener la garantía que, a futuro, no fueran afectados de la Sala de Casación Penal o de la Fiscalía delegada ante la Corte”