El objetivo es eliminar el carbón para 2038 y la energía nuclear para 2022
La primera ministra de Noruega, Erna Solberg (centro) y la canciller Angela Merkel (en la pantalla al fondo) en la inauguración oficial de NordLink, la primera conexión eléctrica entre Noruega y Alemania. Foto: Gorm Kallestad / NTB / AFP
Alemania y Noruega inauguraron un cable de alimentación submarino diseñado para facilitar el intercambio de energía renovable. La mayor economía de Europa busca eliminar gradualmente el carbón y la energía nuclear.
NordLink, uno de los cables submarinos más largos del mundo, recorre 623 kilómetros desde la ciudad de Tonstad, en el sur de Noruega, hasta la desembocadura del Elba en el norte de Alemania.
El cable permitirá que la energía eólica o solar producida en Alemania se intercambie por energía hidroeléctrica producida en Noruega, ayudando a los dos países a cubrir las brechas en la producción causadas por los niveles fluctuantes del viento, el sol o la lluvia.
Alemania va a recortar las emisiones en un 65 por ciento para 2030 en comparación con los niveles de 1990, yendo más allá del objetivo de reducción anterior del 55 por ciento. El recorte alcanzará el 88 por ciento para 2040, con el objetivo de llevar a Alemania a la neutralidad de carbono para 2045, cinco años antes de lo esperado.