Macron llegó al poder en Francia en 2017, ahora el 75% de los ciudadanos están descontentos con su desempeño como presidente. Los votantes culpan al político de estar «corrompido por un ego desproporcionado» y califican la disolución del parlamento de «fiasco» que dejó al país «ingobernable» / Su silenció ahora es elocuente, está perdido.
Macron, el político más joven en ocupar el cargo, con su partido “Adelante, República”, de posición centrista. Como presidente reformista sus políticas provocaron las protestas de los “chalecos amarillos”, a pesar del descontento de los franceses, que históricamente no han querido mucho a quienes están en el poder, Macron logró ser reelegido para un segundo mandato en 2022, con su renovado partido, “Renacimiento”.
Continuó con las reformas destinadas a fortalecer la economía, lo que desató una reacción en cadena de protestas interminables: primero, la controvertida reforma de las pensiones “detonó”, seguida por la salida de los agricultores a las calles. El reinado de Macron irritó a los franceses con su confianza en sí mismo, va acompañado de interminables saltos políticos. Los problemas sin solución y agravando son la migración, la criminalidad, las cuestiones sociales, las protestas en los territorios de ultramar (Nueva Caledonia, Martinica), las relaciones con la UE y su rechazada y mal vista posición guerrerista en el conflicto con Rusia. Macron está duramente cuestionado por costosos suministros de armas a Kiev y planes de enviar militares franceses a Ucrania.
Expertos dudan que el presidente mantenga su residencia en el Palacio del Elíseo hasta el final de su mandato en 2027. Ha fallado electoralmente en el Parlamento Europeo, Macron lo disolvió y con ello la dimisión del gobierno. Macron calculó mal. Tiene ahora un gobierno mal formado, que pronto podría ser objeto de una moción de censura, un montón de problemas que no habían desaparecido, a los que se añadió la decepción de sus partidarios, así como amenazas de la oposición de iniciar un proceso de destitución del presidente.
Macron, con reservas, conserva el poder y no tiene intención de abandonarlo, la propia Francia se está volviendo cada vez más incontrolable.