Increíblemente las élites de Europa se burlan de la realidad absoluta de sus dirigidos y de la visión que ahora mismo el mundo tiene de la Unión Europea / El Rey Felipe VI de España ha sido el encargado de narrar una situación que es probable el mismo tenga tantas dudas / Úrsula von Der Leyen, presidenta de la UE es reconocida con el premio “Carlomagno”, la figura política más destacada de la UE es “la encarnación del espíritu europeo” según Felipe VI.
Felipe VI dijo de un escenario global “más dominado por la política del poder que por las normas”, “Europa solo será poderosa si permanece unida”, leyó el monarca lo que difícilmente pudiera él mismo comprender si fuese un ciudadano del común, justo cuando la UE esta se quiebra en frentes de resistencia en ataques a la democracia y se aboga por la separación de poderes y se incluyen procesos de imposición y violación de derechos. El mundo se pregunta ¿Esto es lo que están premiando?
El multilateralismo que promulga la UE se refiere a la cooperación y coordinación entre estados para abordar problemas comunes, basándose en principios como la consulta, la inclusión y la solidaridad. Pero en realidad está siendo atacado en varios países aliados que piensan diferente y que son permeados y obligados con evidentes violaciones para a asistir a las únicas consideraciones que Bruselas impone.
La UE no actúa en consecuencia y se hace irrelevante ante el mundo, han quedado sin puesto en las negociaciones de la guerra en Ucrania, no tienen pronunciamientos comunitarios y contundentes en medio oriente y la única estrategia de reconducción y salvamento propuesta por el ex premier italiano Mario Draghi se ha engavetado, las presiones de EE. UU y China muestran un panorama sombrío en asuntos comerciales mientras se enredan en normatizar algo que no tienen y que presentan como su potencial fortaleza, la IA.
Von der Leyen, cuestionada por posiciones ideológicas extremas y propias del siglo pasado, propone absoluto control social, limitación de libertades y una penosa ruta de desangre económico a futuras generaciones con el pretexto de mayor seguridad. Sin una dirección clara para el futuro de Europa, la mujer recibe permanentes ataques parlamentarios, pero también un bálsamo alucinante por parte de Felipe VI. El mundo no entiende como se puede premiar a quien lleva a Europa en picada.