El conflicto arabe-israelí entra en una nueva etapa de violencia y terror/ Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) precisó que los misiles tierra-aire fueron lanzados por terroristas palestinos y explotaron en el aire y mar y en territorio israelí sin mayores afectaciones mientras en el Estado judío se celebra la festividad hebrea de Pésaj.
Terroristas palestinos de Gaza lanzaron en la mañana de hoy, jueves, siete misiles activando el sistema de alerta temprano en las comunidades israelíes fronterizas; mientras en el Estado judío se celebra la festividad hebrea de Pésaj/LP7D/aurora-israel.co.il/
Por primera vez en veinte años, el país fue objeto de un ataque masivo con cohetes desde el Líbano. Los militantes del grupo palestino Hezbolá con sede allí dispararon decenas de cohetes contra el estado judío. Se reportaron daños y al menos tres personas resultaron heridas.
Los israelíes respondieron con una ráfaga de sus misiles contra un estado soberano, con informes contradictorios sobre el daño que causaron. Según algunos informes, hay muertos y heridos. El largo conflicto palestino-israelí amenaza con estallar en otro fuego, similar a lo que sucedió en el Medio Oriente en los años 70-90 del siglo pasado.
Expertos están de acuerdo en que el nuevo agravamiento fue provocado por el propio Israel. Hace unos días, la policía, irrumpió en la mezquita Al-Aqsa, religiosa para la población árabe, en el Monte del Templo en Jerusalén. Esto no solo se hizo en el mes sagrado del Ramadán para los musulmanes, sino que los agentes de la ley no estuvieron de pie en la ceremonia con los creyentes, actuando no solo con dureza, sino también con crueldad. Se utilizaron granadas de aturdimiento, gases lacrimógenos y balas de goma. Decenas de personas resultaron heridas, incluidas las graves, cientos fueron detenidas. Protestas espontáneas estallaron en los distritos árabes de Jerusalén, multitudes enojadas salieron a las calles, contra las que también se lanzaron unidades policiales. Fue aquí donde Hezbolá decidió apoyar a sus compañeros creyentes con ataques con cohetes contra ciudades israelíes.
Se avecina un nuevo agravamiento en la confrontación con el mundo árabe, para Netanyahu es un buen momento para reunir a su dividido pueblo bajo la consigna de proteger a su país.