Al expresidente Rafael Correa se le relaciona con figuras claves del narcotráfico en Colombia y México, un retorno al poder traería de vuelta una renovada presencia del tráfico de drogas en el país hacia Estados Unidos y más inestabilidad política a la región
La Fiscalía General de Ecuador informa sobre la presencia del Cartel de Sinaloa en suelo ecuatoriano e incluye fotografías de miembros sindicados de traficar para el cartel mexicano junto al expresidente
El retorno del correísmo al poder en Ecuador, con el ascenso del candidato Andrés Arauz, de la Izquierda Socialista, considerado un delfín de Correa, está generando preocupaciones entre especialistas y organismos en Estados Unidos debido a los presuntos vínculos de Correa con figuras del narcotráfico internacional, y la forma en que su gobierno enfrentó el tráfico de drogas desde el país a territorio norteamericano.
En la actualidad, el grueso de la cocaína embarcada desde Ecuador hacia Estados Unidos (un estimado de 44% de la droga incautada en 2018) proviene de las costas de Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, y en menor medida Guayas y El Oro.
El destino final suele ser países como Guatemala, Costa Rica y México, donde la droga es entregada a los distribuidores finales del Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación, que transportan la cocaína por diversos puntos de acceso a territorio estadounidense.
La importancia de Ecuador para los carteles mexicanos de la droga es tan crucial, que ambas organizaciones – los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación- han llevado su extremadamente violenta lucha a muerte hasta las cárceles ecuatorianas.