La alegría de sus detractores pronto pasó, el expresidente recibe un bálsamo de publicidad inusitada por un caso que si bien es una afrenta contra la ética y la moral, también un potenciador de su imagen que quieren afectar por declaraciones de una mujer desahuciada por su baja estima pero que predio la chispa y logra que los animosos republicanos y muchos más rodeen a su ex-presidente.
La noticia en el mundo apabulló cualquier otra, frente al Tribunal de Nueva York, Donal Trump ceremonioso y serio escuchó las acusaciones, nada va a suceder, un juicio que sólo empezará en enero del 2024 llevará años incluso será una gran plataforma para un hombre que aun que pueda resultar culpable es víctima de una infamia mayor, eso lo saben sus seguidores que son la mitad de los habitantes de Estados Unidos.
La maliciosa burla de los enemigos del considerado intocable va a sentir la ley que pudiera llevarlo a la cárcel, algo altamente improbable. Incluso el fiscal Alvin Bragg, defendió su actuar “todos son iguales ante la ley” raro el mismo se excluyó, una situación de intocable o de ligereza, “somos” señor fiscal, “somos”.
Pero ahora la decisión hace que Trump, sea el foco de atención y eso lo hace poderoso e influyente en los EE. UU., la penosa administración de Biden se suma a una realidad favorable, el sistema judicial pudiera convertirse en su mejor plataforma, el mito de Trump mártir crece y los medios difunden todo, están preocupados incluso de su lacio copete y con ello un publicitario sin igual que hará fácil el deseo de volver victorioso a la Casa Blanca.