Se les aclaró que su permiso de residencia era temporal. Debemos brindar protección a las personas durante el tiempo que sea necesario. Pero cuando mejoran las condiciones en su país de origen, el ex refugiado debe regresar a casa y reconstruir su vida allí.
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Sin embargo, los sirios que se han establecido en el reino no tienen muchas ganas de volver a casa. El martes, varias decenas de ellos montaron un campamento frente a la embajada sueca en Copenhague y colocaron carteles: «¡Suecos, déjenme entrar!» Pero es poco probable que se les escuche
Dinamarca concedió asilo a aproximadamente 7.000 asiáticos el año pasado, desde 2015 al menos 40 mil migrantes han ingresado al acogedor reinos Danés.
Es cierto que muchos de los que llegaron se quejaron de que los daneses no eran demasiado generosos y se trasladaron por un «pedazo mejor»: a las vecinas Alemania y Suecia.
El principal problema era que los refugiados no tenían prisa por asimilarse, conservando su antigua forma de vida y costumbres, se convirtió de inmediato en un problema grave: surgió el crimen, aparecieron fricciones interraciales sin precedentes aquí.
Y así, a principios de año, el gobierno socialdemócrata anunció que pedía a unos mil refugiados sirios que se prepararan para irse a casa. Motivo: la guerra en Siria se está extinguiendo, se está instaurando una vida pacífica en muchas provincias. Por lo tanto, las personas de estas regiones pueden regresar de manera segura a su tierra natal.
