Hoy son 57 días de guerra en Ucrania, nada Justifica el horror provocado, todos los actores son malos y provocadores de violencia, crecen las víctimas y las historias aterradoras que llenan espacios de medios occidentales, con especulación e información segmentada.
Todo lo que sucede en torno a la ciudad de Mariúpol, la región del Donbast, el cercamiento a Kiev y otras ciudades y poblaciones de Ucrania provocan aterradoras imágenes, miles de historias que empiezan a ser determinados como crímenes de guerra.
Pero el crimen contra el mundo se suscita desde la desinformación tan peligrosa como la guerra y más. Bien es sabido que lo primero que se pierde en una guerra es la verdad y poco ayuda cuando el periodismo ahora no es sólo segmentado, también maquillado e inventado.
Con un poco de análisis, evitando el sensacionalismo y morbosidad, los presidentes involucrados Vladimir Putin y Voldímyr Zelensky, se aferran a no perder, han pasado muchos días y un probable acuerdo negociado ahora es menor probable, sin misericordia Rusia envía a sus soldados a los frentes de batalla, Ucrania lleva civiles a una resistencia heroica, entregando armas a su población y obligando a los varones a permanecer en el país.
Mientras Putin permanece fiel a sus demandas de inicio y gana popularidad en su país respondiendo con certeza a las múltiples sanciones económicas, basa su poder no sólo en la fuerza militar, también en la soberanía del gas que ejerce sobre el mercado europeo. Hoy el Kremlin ha anunciado la conquista de la ciudad sitiada de Mariúpol.
Zelensky no se cansa de pedir armas y con ello sólo logra prolongar la guerra. Ahora pierde popularidad, empieza a caer, tiene temor por ser recodado como el presidente responsable de miles de muertes y la destrucción de ciudades, además la concesión de ceder territorios lo va a destrozar. Zelensky que no ha encontrado otra opción diferente que poner de escudo a su población, alimentando no sólo el número de víctimas, también la rentabilidad económica de países que se incluyen buscando su fortaleza económica.
Es en absoluto cierto que, si bien la OTAN han intervenido en la guerra provocando sanciones a Rusia y apoyo a Ucrania, no es menos cierto que esa organización está dividida y algunos de sus países miembros productores de armas como Alemania, han encontrado un buen negocio llevándolas a Ucrania, otros como Rumania no intervienen por miedo a quedarse sin el gas que llega de Rusia y hasta el escenario de la guerra ha sido utilizado como bastión de campaña electoral en Francia.
EE.UU. con intereses en Ucrania, apoya a la OTAN y provoca sanciones, persigue a los empresarios y deportistas rusos, los excluye, los aísla de los entornos internacionales, pero el efecto aún no corresponde a su intención, el presidente Joe Biden acusa limitaciones y fortaleza, hoy no sabe y así lo reconoce que pasa en Mariúpol, ciudad de férreos enfrentamientos y que ha quedado en manos rusas con algunos sobrevivientes también aferrados a su defensa, pero sin armas, alimentos ni servicios. Más de 142 mil civiles fueron evacuados.
Las conversaciones continúan a diario vía on line y se ha propuesto que cinco países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (EE. UU., GB, Francia, China y Rusia) puedan convertirse en la base de la Estados garantes de la neutralidad y la seguridad de Ucrania.
A diario cientos de medios de información de Europa y América, desinforman, son incesantes en su morbosidad con el tratamiento de lo que pretenden pasar como noticias. Desinforman ofreciendo sólo una parte de la noticia, calumnian, difaman y producen coprofilia por la que sienten amor.