Con diferencias irreconciliables en casi todos los asuntos como la pandemia, la inmigración y el racismo. Trump aprovechó el último cara a cara frente a Biden.
Presidente Donal Trump / elsoldemexico.com
Si el objetivo de Trump era parecer más “presidencial” para recuperar a algunos indecisos, casi seguro que lo ha logrado. Si el objetivo de Biden era no cometer errores de bulto ahora que va por delante, probablemente también lo ha conseguido. No es un debate para la historia, se ha parecido más a un empate, pero aún así nos ha dejado grandes momentos.
Este nuevo debate en Nashville fue tenso pero se respetaron los turnos en general y, aunque hubo alguna que otra interrupción, no llegó a romper el ritmo del debate.
El presidente dice que el país está “doblando la esquina” de la pandemia, pero hoy se han declarado 71.000 nuevos casos, una cifra que va en aumento y ya se acerca al récord de julio. Ha hablado de tener una vacuna “en semanas” cuando no es así, y también ha acusado falsamente al principal epidemiólogo del país de ser demócrata. Trump dice que “estamos aprendiendo a vivir con él” con una enfermedad que le ha llevado al hospital y ha matado a 230.000 estadounidenses.
El presidente auguró, además, que habrá pronto una vacuna anticovid-19:»Creo que (habrá una vacuna) dentro de semanas, y será distribuida muy rápido (…) Está lista», aseguró Trump.
Trump aprovechó el último cara a cara frente a Biden para acusar a su rival demócrata de haber recibido dinero de Rusia, «Si todo esto es cierto, es un político corrupto» de haber puesto a su hijo Hunter en una compañía gasística ucraniana y de haber facilitado negocios para sus hermanos en sitios como Irak.
“Yo ya he prepagado millones de dólares en impuestos, nadie me lo había dicho”, dijo Trump, al asegurar que fue decisión de sus contables y que apenas fue informado de ello la semana pasada.
Los dos aprovecharon el bloque dedicado al racismo para acusarse mutuamente de haber perjudicado más a la comunidad afroamericana.
Este nuevo debate en Nashville fue tenso pero se respetaron los turnos en general y, aunque hubo alguna que otra interrupción, no llegó a romper el ritmo del debate.
¿Sirve para algo un debate?
Probablemente no. A estas alturas apenas un 5% de los votantes se declara “indeciso” y los expertos nos dicen que la mayoría de ellos, en realidad, acabará absteniéndose. Incluso si han visto el debate, tampoco está muy claro que tenga utilidad. Más del 60% de los estadounidenses dicen que los debates son “útiles” para decidir el voto, pero diferentes investigaciones demuestran que en realidad su efecto a la hora de inclinar el voto a uno u otro lado es mínimo.