Ni Rusia está furiosa ni la OTAN le apuesta a un conflicto nuclear / OTAN sigue en su resurrección cargada de propaganda falsa y serias divisiones internas presupuestales, armamentistas y políticas / Vilna ratificará a Rusia como el gran enemigo y el no ingreso de Ucrania pese al chantaje de Zelensky / El futuro OTAN se decide en sus diferencias por cada vez más exigencias imposibles de cumplir para la mayoría de socios.
OTAN apenas reacciona con lideres «obsoletos» y sometidos a voluntades estadounidenses que son un nudo de mentiras y especulaciones en cada momento sin lograr consenso y credibilidad suficiente. La desafortunada y renovada presidencia de Jens Stoltemberg, no ofrece nada nuevo más que incluir desconfianza y belicismo sin una sola propuesta seria de paz. Rusofobo y denodado alfil del gobierno Biden, el exministro noruego cada día produce bandazos que le ponen como un líder anodino sin credibilidad.
El Financial Times comunica que al no ingreso de Ucrania a OTAN en Vilna, producirá la creación de una estructura de apoyo multifacético en virtud del cual los miembros de la OTAN podrán realizar compromisos bilaterales de apoyo militar y financiero a Ucrania, en otras palabras poco o nada.
Un grupo de aliados occidentales está involucrado en negociaciones «avanzadas» y «frenéticas de último minuto» para finalizar una declaración sobre garantías de seguridad para Ucrania en el período previo a la cumbre.
Joe Biden presidente de EE.UU. pese a su ultima acción belicista de enviar bombas racimo a Ucrania es temeroso y sensato «no creo que tengamos unanimidad en la OTAN para hacer ingresar o no a Ucrania (…) en medio de una guerra», «Estaríamos en guerra con Rusia si ese fuera el caso».
Emmanuel Macron y Donald Trump no hace mucho describieron a OTAN «con muerte cerebral». Finalmente, la vuelta a la defensa de la alianza y el rearme financiero ya estaba pactado tras la anexión de Crimea en 2014.
Militarmente, la alianza es ahora más poderosa de lo que ha sido desde la Guerra Fría, pero los socios no están dispuesto a hacer los exigentes aportes económicos, además es que no tienen cómo hacerlo
OTAN volvió porque se «trago» el cuento de Putin imperialista. No sólo desconocen el momento histórico sino que se encarnan en él, 70 años no fueron suficientes para sanar las heridas, ahora ellos mismos las están abriendo junto a la sal que EE.UU. les ha puesto.
OTAN parece estar mejor armada contra las amenazas externas que en años anteriores y eso a Rusia no le preocupa, sus objetivos no son los que occidente se inventa y que le hace gastar lo que no tiene.
Muchas sociedades occidentales se están polarizando cada vez más, y aquellos que están menos interesados en una buena cooperación internacional se están beneficiando. ¿Se necesita decir más que Trump, Brexit y Viktor Orban?
En Francia, es un cosp interno y no le apuesta un sólo euro más a la guerra, si escapó a la pesadilla de Marine Le Pen el año pasado, está perdiendo y disturbios.
Alemania, pierde poder un premier que no convence por timorato y poco audaz nadie puede poner la mano en el fuego de que la estabilidad durará para siempre.
Sembrar discordia ha sido durante mucho tiempo parte de la agenda de Moscú. Influir en las elecciones de EE. UU. y el voto de salida británico en 2016 están documentados. Los informes del servicio secreto están llenos de ellos. Rusia es de lejos ganador.
Esto no quiere decir que todo estaría bien sin la propaganda del Kremlin. Es una característica del populismo que explota los problemas reales y las injusticias, por lo que una democracia bien fortalecida también incluye buenos sistemas educativos y sociales.
El futuro a largo plazo de la OTAN no es claro, el desgaste de su exigencia la llevará por años a una nueva «muerte cerebral» mientras Rusia sonríe, la está guerra no tiene fin cercano… se suspenderá y pasaran años en una intermitencia en la que ni Putin ni Zelensky ya participaran.