Se discuten estrategias de protección de la selva tropical, desforestada y con serias amenazas / Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela/ La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), se reúne en la norteña ciudad brasileña de Belem.
«Reducir la deforestación amazónica a cero para 2030 después de años de destrucción y desarrollo en gran medida sin control», “Por primera vez vamos a tener una política común para la Amazonía de preservación, seguridad, fronteras” el deseo de Lula./LP7D/Wikipedia/
El Amazonas, una enorme selva tropical es un sumidero de carbono crucial, ya que absorbe las emisiones de dióxido de carbono, que están impulsando la crisis climática. La deforestación genera más gases de efecto invernadero en la atmósfera y, en general, significa menos precipitaciones y temperaturas más altas.
El bioma amazónico ha perdido más de 85.000 kilómetros cuadrados (328.000 millas cuadradas), o alrededor del 13 por ciento de su área original, según el Monitoreo del Pacto Andino Amazónico. Y las emisiones de carbono de la Amazonía aumentaron un 117 por ciento en 2020 en comparación con el promedio anual de 2010 a 2018, según mostraron las últimas cifras de investigadores de la agencia espacial nacional de Brasil.
La ganadería y el cultivo de soya se han expandido dramáticamente gracias a la nueva tecnología, las carreteras y la demanda global de granos y carne.
Las represas hidroeléctricas, la tala ilegal; minería; y la extracción de petróleo, que también causan la contaminación del agua y la interrupción de las formas de vida indígenas.
La extracción de petróleo cerca de la desembocadura del río Amazonas, una feroz lucha interna en el gobierno de Lula.
“¿Vamos a dejar que se exploren hidrocarburos en la selva amazónica? ¿Para entregarlos como bloques de exploración? ¿Hay riqueza allí, o hay muerte de la humanidad? dice Gustavo Petro presidente de Colombia.