Ansiedad, pánico, congoja, tristeza resultan agobiantes y generar emociones fuertes en los seres humanos
latinus.us
Se conoce como fatiga pandémica a la sensación de apatía, desmotivación y agotamiento mental que sufre una persona, y cuyo origen está en el impacto que ha causado el nuevo coronavirus en su vida. Su causa está en los cambios en el estilo de vida relacionados con las cuarentenas parciales o totales, la ansiedad producida por el miedo a contagiarse, las constantes noticias enfocadas en las desgracias causadas por la enfermedad, el temor a perder el trabajo, la soledad causada por la falta de contacto con amigos y familiares o la misma sensación de desesperanza que nos hace preguntarnos: ¿Cuándo se va a acabar esta pesadilla?
1. Cuidar el cuerpo practicando un estilo de vida saludable. Alimentación y Ejercicio
2. Limitar el consumo de noticias a una hora o menos al día. Informado si, sobrecargado no
3. Reducir el estrés. Hacer actividades que te calmen o te den alegría pueden reducir tu nivel de estrés. Por ejemplo, aprender ejercicios de respiración, practicar yoga, dar paseos en el campo, leer o ver comedias.
4. Conectarse con los demás. Recuerda que los seres humanos somos criaturas sociales por naturaleza. Estar solo y sentirse aislado puede aumentar el estrés y la desesperanza. Teniendo cuidado de limitar tu contacto físico con personas extrañas a tu hogar, el hacer llamadas telefónicas, videoconferencias, chatear en las redes sociales
5. Aceptar los sentimientos. Recuerda que tratar de reprimir o ignorar los sentimientos no los hace desaparecer. Si notas que tus sentimientos de tristeza o desesperanza interfieren con tus actividades diarias, no tengas miedo de buscar la ayuda de un profesional de salud mental.
6. Intentar el diálogo interno positivo. Trata de no pensar en lo que va a pasar. Recuerda lo que Mahatma Gandhi decía: en la vida hay dos días que no existen, ayer y mañana. La angustia de pensar en el mañana puede hacer que pierdas la belleza del hoy.
7. Crear nuevas rutinas de vida. Por ejemplo, reserva un momento del día para hacer algo que te guste y te haga sentir bien física, mental o emocionalmente. Es posible que esas nuevas rutinas o tradiciones continúen después que haya pasado la pandemia.
“El gran peligro de la fatiga pandémica es que una población fatigada es más propensa a relajarse y descuidarse cuando el punto máximo inicial de la epidemia disminuye en su región geográfica” dicen los expertos
CON INFORMACION:infobae.com