Se supero un año y un juego tenso, luego la belleza y la emoción, Verdao en el dueño de después de dos décadas.
La final de la Libertadores se vio frustrada en un principio por el descuido con la pandemia y la ausencia del fútbol. Los invitados presentes en el estadio se instalaron casi todos en el mismo sector y muy cerca unos de otros. Falto mayor responsabilidad frente al compromiso social de bioseguridad, Muchos terminaron sin tapabocas
Los dueños de las dos mejores campañas Libertadores estuvieron lejos del fútbol rápido y ofensivo de los 12 partidos anteriores. En un duelo con poca emoción, el balón decisivo salió del pie de Ron y encontró la cabeza de Bruno Lopez, quien colocó el balón en la red segundos antes de téminar el juego.