La guerra prolongada y sin salida pronta, agota, confunde y trasforma.“Las armas salvan vidas” ha dicho la ministra de relaciones exteriores de Alemania, Annalena baerbock.
En los últimos meses la ministra y su partido han salido en falso entorno a la guerra entre Rusia y ucrania, Annalena Baerbock ha cedido en su propio terreno, su aspiración de convertirse canciller ahora está más lejana.
“Rusia nunca ha estado tan aislada y Occidente tan unido como lo está hoy”. La ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, repitió recientemente este mensaje durante la conferencia de seguridad en Munich. Junto a su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, y al secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, Baerbock se presentó como una «pacificadora». ¿Su solución? Armas, armas y más armas. Y ello significa más guerra y más sangre. Ucrania debe ganar y no hay lugar para una postura neutral porque eso significaría estar del lado del agresor. Ella ahora de neutral ha tomado un rumbo que antes ni siquiera consideró, tampoco su partido que aún cuando la acoge sabe que está cediendo.
La guerra, cansa trasforma y confunde.