En el ranking mundial el país cae 16 puestos en 13 años. Singapur ocupa primer lugar y Chile es el mejor de América Latina.
El país descendió dos posiciones frente al año pasado y se ubicó en el puesto 54 entre 63 economías que mide el estudio.
Singapur se ubicó en el primer lugar del índice del Ranking Mundial de Competitividad de 2020 de IMD, seguido de Dinamarca, Suiza, los Países Bajos y Hong Kong. Chile y Perú fueron los dos países líderes de Latinoamérica.
El estudio, que se construyó con 255 indicadores, midió 163 datos económicos fuertes de las diversas naciones, mientras que contempló 92 rubros de percepción u opinión. En la mayoría de estos indicadores, el país perdió posiciones frente a los resultados de 2019, siendo el desempeño económico y la eficiencia empresarial los dos grandes factores en los que todavía se debe seguir trabajando.
“Colombia perdió dos puestos y quedó en el puesto 54. A nivel regional, perdió una posición. ¿En qué perdimos posiciones? En el Coeficiente de Gini estamos en las peores posiciones, en las suscripciones banda ancha y en la exportación de bienes”, explicó Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad.
Este mismo diagnóstico se vio en la Eficiencia Empresarial, pues se mejoró en las prácticas gerenciales, pero se empeoró 15 posiciones en el mercado laboral. “El cambio constante en las reglas de juego del Gobierno Nacional como sucedió con Ley de Financiamiento, la tan mencionada reforma pensional, los trámites interminables para la creación de empresas, así como la falta de una facturación electrónica llevaron a que la eficiencia de los negocios haya disminuido”, dijo Carlos Alberto Garzón, docente de economía de la Universidad de la Sabana.
La clave del éxito detrás de Singapur, Dinamarca y Suiza
De acuerdo con el texto publicado por IMD, el éxito de Singapur se debe a su sólido desempeño económico que se deriva de medidas de comercio internacional e inversión, empleo y mercado laboral. Mientras que Dinamarca logró acreditar una economía fuerte, gracias a un mercado de trabajo y los sistemas de salud y educación. A esto se le sumó que registró un comportamiento positivo en materia de inversión internacional, productividad y superó a Europa en eficiencia empresarial.
Por su parte, «Suiza ha estado afilando gradualmente hacia una posición mejor, gracias a su fuerte rendimiento económico, y a que su infraestructura científica y de los sistemas de salud y educación muestran pantallas firmes».