El presidente Iván Duque, sufre un nuevo revés, perdió a su ministro de hacienda y fue obligado a retirar el polémico proyecto de reforma tributaria. La marcha atrás se produce tras violentas protestas que dejan al menos 17 muertos y más de 800 heridos, millonarias perdidas y fuertes enfrentamientos con la policía y el Ejército.
Duque ha tratado de llevar adelante reformas estructurales, varias de las cuales han chocado con el Parlamento o la justicia, pero sobre todo con la calle.
“No va a haber aumentos en el IVA en bienes y servicios, ni tampoco cambiar las reglas de juego en el país”, Duque prometió modificar la reforma por “consenso” y aseguró que los tributos no alcanzarán a las rentas más bajas, que son las que supuestamente debían verse beneficiadas por los subsidios sociales que iban a salir de los 5.200 millones de euros de recaudación extra.
“Las personas que hoy no pagan el impuesto de renta no van a pagarlo”
El Ejército patrulla las calles de las principales ciudades ante los saqueos, lo que aumenta la indignación de los manifestantes.
Varias ONG´s denuncian asesinatos policiales, detenciones arbitrarias y otras violaciones de los derechos humanos, pero no se ponen de acuerdo en el número de muertos.
La izquierda que nunca a gobernado el país se posiciona a un año de las elecciones, la ausencia del gobierno y las acciones corruptas de congresistas y juristas provocan hartazgo ciudadano que hace vislumbrar un posible giro político.