La pandemia ha aumentado el aislamiento social de los seres humanos
blog del estudis de psicología y del cíencies de l’educacion -OUC
Por ello, hemos necesitado recurrir al uso masivo de las redes sociales e internet para poder mantener nuestras necesidades básicas de afiliación y socialización.
Aunque este hecho parece ser positivo, las tecnologías conllevan riesgos que pueden afectarnos gravemente. Ahora es primordial saber a cuáles se están enfrentando exactamente los usuarios de las redes sociales.
¿para qué están utilizando los jóvenes las redes sociales e internet? Un estudio que realizamos durante la situación de cuarentena, aún sin publicar, indica que 26,5% de los encuestados ha enviado fotos sensuales a través de aplicaciones de mensajería instantánea o redes sociales en esos meses.
Asimismo, 35,7% ha consumido pornografía a través de internet. Además, 28,6% se ha descargado durante esta situación de crisis sanitaria aplicaciones para ligar.
La utilización de las redes sociales o los dispositivos electrónicos con fines sexuales no conlleva un riesgo en sí misma. De hecho, debemos entender que los/as adolescentes se relacionan con sus iguales a través de las tecnologías, sobre todo en esta situación de crisis sanitaria que estamos viviendo. Sus relaciones sexuales también se han trasladado al mundo virtual, en este sentido el envío consentido de imágenes o videos con contenido sexual no tiene por qué ser un peligro. Pero para que esta práctica no conlleve graves riesgos se debe realizar siguiendo una primera recomendación básica: no enviar contenido en el que se pueda reconocer la identidad de la persona.
El sexting – entendida como el material sexual enviado de forma voluntaria– se realiza de forma no segura, puede llevar a producir graves consecuencias. Una de ellas podría llegar a ser la sextorsión, definida como la extorsión ejercida hacia otra persona a partir de la tenencia de material íntimo o sexual.
Este hecho hace que la víctima del chantaje sienta que sus fotografías puedan ser enviadas a otras personas y sufrir una gran humillación. Por tanto, el sentimiento de miedo, indefensión y desesperanza generado puede llevar a enviar fotografías con contenido cada vez más explícito, siendo incluso presionada para mantener relaciones sexuales
El sexting suele convertirse en una situación de cyberbullying, promoviendo una humillación publica y consecuencias devastadoras, como puede llegar a ser el suicidio.
Este tipo de conductas podemos pensar que afectan del mismo modo a chicos y chicas, pero no ocurre así. De hecho, cuando se difunde una imagen sexual de una chica suele producir un impacto negativo en su reputación social. En cambio, si este contenido pertenece a un chico acostumbra a generar un impacto positivo en su reputación. Así, los estereotipos de género siguen vigentes en nuestra sociedad y continúan promoviendo graves consecuencias psicosociales en las mujeres.
En segundo lugar, la falta de educación sexual está llevando a que los y las adolescentes formen su ideario sexual a través del consumo del material que visualizan en las redes sociales. Por consiguiente, el aumento del consumo de pornografía está llevando a generar ideas distorsionadas sobre la sexualidad. De este modo, se está viendo cómo los adolescentes consideran prácticas sexuales violentas como sus fantasías sexuales.
En estos tiempos en los que las relaciones a través de redes sociales se han potenciado de manera muy intensa debido a la pandemia es necesario que las familias ejerzan una vigilancia extrema sobre los jóvenes para evitar riesgos innecesarios.
CON INFORMACION:theconversation.com