Bernardo Murcia es un emprendedor, cacaocultor y propietario de chocolate Riverense, un Negocio Verde, apoyado por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, que tiene al cacao como eje temático de un proyecto agroindustrial y turístico en el municipio de Rivera.
Lo que empezó como una terapia para tratar una esclerosis lateral múltiple, enfermedad degenerativa que lo aquejaba, se convirtió en el producto que hoy le salvó la vida y la economía familiar.
“El cacao llegó al azar porque queríamos cambiar nuestro estilo de vida. Compramos esta finca con plantaciones de cacao de los años 50, un poco descuidada, pero nosotros teníamos ganas de darle un valor agregado y como yo estudié regencia en farmacia me di cuenta que este grano tiene unos valores nutracéuticos muy importantes”, explica Bernardo Murcia quien dice haberse sorprendido cuando con el pasar de los años y tras el alto consumo de cacao en su vida diaria, su enfermedad se detuvo.
“Yo me puse a indagar y supe que el cacao contiene ácido linoleico que es la fuente de recuperación de la mielina, uno de los componentes esenciales para que mi sistema nervioso que se estaba paralizando, no se deteriorara más”, asegura el cacaocultor.
Murcia a través de la Asociación de Cacaoteros Asoproca, se formó con el Sena en Chocolatería, adquiriendo conocimientos y creando opciones para darle un valor agregado al cacao.
“En el Sena comencé a tener más claridad sobre las opciones que había que darle, ese valor agregado que buscaba para el cacao y empezamos a trabajar la línea de transformación y con los recursos de Fondo Emprender comenzamos a montar la planta que tenemos hoy en día” indicó.
Chocolate Riverense es la muestra de la transformación del campo en Colombia,“ nosotros tenemos una propuesta que genera empleo con pagos justos a los colaboradores, sostenibilidad ambiental al proteger el entorno y al ofrecerlo como un espacio que beneficia a la salud tanto física como mental”, afirmó el empresario del chocolate.
En el ADN empresarial de Murcia está también la protección de los recursos naturales puesto que en la Finca Villa Stefany, donde además de transformar el cacao en chocolate de mesa y chocolatería fina, se desarrolla un proyecto Agroindustrial y Turístico con este producto como eje temático.
“Aquí hacemos conservación del medioambiente, áreas que estaban destinadas a la ganadería se han dejado como áreas de reserva para protección de unos humedales. Son dos hectáreas y media de protección de humedales con un bosque que nos ha permitido avistar aves, reptiles e insectos que se habían ido de la región y hoy tenemos el gusto de verlos en nuestro entorno”, relató Murcia quien junto a su familia constituyó la propiedad además de un espacio para desarrollar jornadas pedagógicas y talleres de chocolatería en una Reserva de la Sociedad Civil.
Aporte en sostenibilidad
La CAM ha sido uno de los principales apoyos para esta empresa gracias a su aporte en diferentes temas de sostenibilidad, en especial con los procesos de investigación y comercialización, asegura que es de vital importancia que la autoridad ambiental del Huila continúe aportando a iniciativas que busquen hacer más productivo el campo, sostenible y combatir la ilegalidad.
“Con la CAM hemos asistido a diferentes ferias donde hemos exhibido los productos y de esa manera hemos ido interactuando con otros emprendedores y con el comercio que piensa en la sostenibilidad ambiental, así como clientes que nos han ido posicionando porque entienden la importancia de consumir un producto tan saludable como es el cacao y más como el nuestro que es 100% cacao natural con múltiples beneficios en la salud”, explicó Bernardo Murcia.
Con información de la CAM.