La ultraderecha se impuso en las elecciones al Consejo Constitucional, derrotado el gobierno de izquierda de Gabriel Boric. La asamblea debe redactar una nueva Carta Magna. La inseguridad, la delincuencia violenta y problemas de inmigración irregular han influido en el bajonazo de la izquierda.
El drástico cambio en tan corto tiempo en la opinión de los chilenos tiene explicación en un descredito generalizado de la clase política y consecuencia de un populismo que desborda en ilusión de rápidas soluciones /LP7D/Zona Cero/
Es una derrota para el gobierno actual y un bandazo electoral, antes de dos años Chile giró a la izquierda en busca de un cambio radical. Pero volvió la derecha cargada del espacio que ha generado el gobierno de Boric, el gran derrotado que ha visto crecer problemas de inseguridad, violencia y desconfianza hacia la inmigración como centros de desgaste y aburrimiento de los chilenos
El Partido Republicano, liderado por el ultraderechista y populista José Antonio Kast, obtuvo el 35,42% de los votos y 23 consejeros; o sea, más de la tercera parte de los 51 escaños, lo que le confiere poder de veto por sí solo. Pero además, la coalición Chile Seguro, que agrupa a las tres formaciones derechistas más tradicionales, logró el 21,07% y 11 constituyentes, que sumados a los republicanos sobrepasan las tres quintas partes de la asamblea necesarias para aprobar el articulado del proyecto de Constitución sin que la izquierda tenga la más mínima injerencia.
La izquierda ha perdido, igual las comunidades indígenas, que antes tuvieron gran protagonismo y representación en la asamblea, ahora solo tendrán un consejero, correspondiente al pueblo mapuche.
De 57 años, Kast logró el 44% en las elecciones presidenciales del 2021, que ganó Boric con casi el 56% de los votos. Ahora Boric tiene apenas un 26% de aprobación y, si hoy se celebraran elecciones, a la vista de los resultados del domingo, Kast conseguiría la presidencia.
«Obviamente, el Gobierno ha fracasado, pero uno siempre puede enmendar el rumbo; le quedan todavía tres años para poder mejorar» dijo Kast que también pidió a Boric que “escuche a la ciudadanía” porque es la “segunda vez que le da un mensaje fuerte y claro de que no quiere ese estilo de Gobierno”.
Kast también recordó ayer que no es partidario de una nueva Constitución, a pesar de que capitaneará su redacción. “La Constitución no es la solución de todos los problemas. Se nos dice: la Constitución es la raíz de todos los males; no es así”, dijo Kast.
«El proceso anterior fracasó porque no supimos escucharnos entre quienes pensábamos distinto. Invito al Partido Republicano a no cometer el mismo error que nosotros», afirmó el presidente Boric.
La revuelta social del 2019 exigía cambios radicales y acabar con el modelo neoliberal impuesto por la dictadura; las elecciones de la primera constituyente, en mayo del 2021, confirmaban en las urnas ese camino; la victoria de Boric, en diciembre del 2021, también. Ahora, los chilenos dicen todo lo contrario.