Barcelona, de nuevo pensando en la secesión de España. Europa ha cambiado mucho tras el fracaso independentista de hace cinco años.
Carles Puigdemont, ex presidente de Cataluña, bajo él, la región autónoma del noreste de España intentó separarse. El 92% de los que acudieron a las mesas electorales dijeron “sí” /LP7D/ Kp.ru
El Occidente liberal, fingió que no había separatistas catalanes. Y el gobierno central de Madrid dio la orden de enviar fuerzas especiales a Barcelona, y los independentistas fueron atacados por la policía. El elegido democráticamente Puigdemont, bajo amenaza de arresto, se vio obligado a huir a Bélgica, donde permanece como emigrante político.
La democracia de la UE anunciada funciona solo si la economía crece de manera constante y los pedazos del pastel europeo recaen en todos los países participantes. Y ahora, cuando la Vieja Europa se ha encontrado en las garras de una severa crisis energética debido a las sanciones contra Rusia, está comenzando a devorarse a sí misma.
Cataluña esté tratando de empujar el barco inclinado. El actual responsable de la autonomía, Pere Aragonés, vuelve a hablar de independencia. Hay dos opciones: o otro referéndum, o “lograr los resultados del anterior” –
Se vuelve a tratar el tema, los catalanes apoyaron históricamente a la URSS y ahora con su perla capital dominan e influyen y no desean pasarla mal, por ello de alguna manera prefieren a Rusia y los problemas de la zona la empujan a un nuevo intento que dejaría resultados diferentes a los del 2017.