La Unión Europea (UE) ha advertido una vez más a Boris Johnson sobre cualquier intento de actuar unilateralmente en relación con el protocolo norirlandés del Brexit.
El gobierno de Boris Johnson ha presentado hoy en el Parlamento el borrador de una ley ad hocque el premier ha asegurado que sólo contiene un “seguido de ajustes relativamente triviales”, intentando quitar hierro a la recepción que el texto pueda tener en la UE, pero que, en el fondo, altera profundamente lo que se firmó entre Londres y Bruselas en 2019 /LP7D/
El nuevo roce entre Londres y Bruselas se produce en la pretensión de reescribir varias partes del protocolo poniendo fin al papel de supervisión del Tribunal de Justicia Europeo, así como al control de la UE sobre las ayudas estatales y el IVA en la región, y eximiendo las mercancías que viajen de Gran Bretaña a Irlanda del Norte de la necesidad de pasar por controles fronterizos si, en origen, se declara que no saldrán de la provincia.
En la práctica, la nueva ley da a las autoridades británicas amplios poderes para cambiar todos los artículos menos tres del texto original del protocolo. Desde algunos sectores británicos, especialmente los miembros de la Cámara de los Lores, se considera que el proyecto viola un tratado internacional, como el citado acuerdo de retirada. En su intento de rebajar la tensión, el premier ha dicho, igualmente, que abrir una guerra comercial Bruselas-Londres sería una “reacción desproporcionada” de las autoridades comunitarias. Johnson también ha asegurado: “Todo lo que estamos intentando es simplificar las cosas, tratando de eliminar las barreras en el comercio entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte”. Pero lo cierto es que el proyecto tiene un alcance mucho más amplio que la ley del mercado interno de 2020, que el propio gobierno admitió que rompía el acuerdo “de una manera limitada y específica”