La negativa de cumplir con los acuerdos plantea una guerra comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea. Los acuerdos que él mismo suscribió los encuentra ahora obsoletos.
Los británicos ya sabían cuando le dieron la mayoría absoluta que en Johnson primaba más la duplicidad que la honestidad intelectualLP7D/El Español
Johnson hizo oficial ayer su intención de presentar al Parlamento, leyes para que el Reino Unido incumpla unilateralmente los aspectos del Brexit que no le agradan, y que considera que perjudican al comercio y la estabilidad interna en Irlanda del Norte. A pesar de que él mismo los negoció, los firmó y dijo que eran “una “solución excelente”.
Los británicos ya sabían cuando le dieron la mayoría absoluta que en Johnson primaba más la duplicidad que la honestidad intelectual, ahora les sorprende que, con esa mentalidad, pretenda que al mismo tiempo es posible imprimir dinero y mantener a raya la inflación, subir los impuestos y que el gasto público permanezca controlado, imponer severas restricciones a la libertad de movimiento por la pandemia y organizar jolgorios en Downing Street.
Johnson, cuyo propio Gabinete se encuentra dividido al respecto y bajo presión de la Administración Biden, ha dicho que no se trata de romperlo sino de cambiarlo, unilateralmente.
Londres y Bruselas llevan tiempo negociando cómo limar las asperezas del protocolo, y las posiciones no parecen tan irreconciliables