Para su contraofensiva con drones los ucranianos requieren un arma polémica y letal: las bombas de racimo para extraer su munición / «Eso no va a suceder», responden sin titubeos desde Washington, Ucrania no va tener esa munición.
Las fuerzas ucranianas tienen serias dificultades para equipar con una munición adecuada los drones comerciales que son de menor capacidad que los expertos drones de fabricación iraní que usa Rusia /LP7D/
La CBU-100 Cluster Bomb. Es la munición para incluir en los drones, liviana y capaz de penetrar en el casco de un vehículo blindado.
A falta de tal arma, los soldados ucranianos tendrían que romper las granadas convencionales y usar impresoras 3D para fabricar aletas y cuerpos livianos para las armas. Sin embargo, parece que Ucrania ha identificado la munición perfecta para este propósito:
La Cluster Bomb, es una bomba de racimo, conocida en su versión estadounidense como Mk-20 Rockeye II. La bomba es un arma de caída libre convencional lanzada desde el aire y contiene en su interior 247 bombetas diseñadas para perforar blindajes.
De acuerdo con la prensa estadounidense, los funcionarios ucranianos habrían instado, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, a los miembros del Congreso de Estados Unidos a presionar a la Casa Blanca para la entrega de la polémica munición.
Sin embargo, la solicitud de Ucrania enfrenta una fuerte oposición en Washington. El congresista Adam Smith, quien es presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, cuando se le preguntó si la Casa Blanca aprobaría la solicitud, declaró categóricamente: «Eso no va a suceder».