Las ideas o los sueños pueden funcionar como inspiración pero luego hay que poner manos a la obra. Curiosidad, pasión, compromiso y versatilidad son algunas de las características que definen al creador de Microsoft
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Empoderar a quienes se lidera
Los buenos lideres empoderan a sus colaboradores. Esto implica confiar y tener empatía con quienes se lidera. Si bien esto se repite sin cesar en el último tiempo, todavía persisten modelos de gestión basados en el miedo y en los cuales se les da poco espacio a los empleados para tomar decisiones y crecer.» al mirara hacia el próximo siglo, los líderes serán aquellos que empoderen a otros»
Saber delegar
El líder no puede pretender hacer todo él mismo por una sencilla razón: no existe el tiempo disponible para estar en dos sitios a la vez» Y aún cuando hipotéticamente eso fuera posible tampoco sería buena idea porque lo cierto es que no todos sabemos hacer todo de la mejor manera posible.
Es importante que el líder conozca sus fortalezas y debilidades y, teniendo esto en cuenta, decida qué tareas delegar. Gates era una apasionado por la programación y lo hacía muy bien pero a medida que Microsoft crecía era necesario que dejara que otros hicieran ese tipo de tareas porque simplemente necesitaba centrarse en otras actividades como es la gestión de una empresa.
Cultivar la curiosidad
Las habilidades que los estudiantes necesitaban desarrollar para prosperar en 2030 y 2040, Gates destacó la importancia de la curiosidad como un elemento propulsor para adquirir conocimientos. Gates es una mente curiosa y sobran ejemplos para dar cuenta de ello. Su necesidad de saber cada vez más lo impulsan a leer hasta 50 libros por año, así como emprender diferentes proyectos como son las iniciativas que lidera para mejorar el acceso a agua potable y su interés por combatir el cambio climático.
Focalizarse en lo importante
» No importa cuanto dinero tengas, no puedes ganar más tiempo, Sólo hay 24 horas en el dia de todos “escribió Bill Gates en una publicación en su cuenta de LinkedIn donde analiza tres grandes lecciones que aprendió de Warren Buffett. En este sentido, destaca la importancia de establecer prioridades.
No se puede hacer todo simplemente porque el tiempo es limitado. Es necesario aprender a elegir y determinar cuanto tiempo se le asignara a cada tarea y para eso es fundamental saber identificar prioridades. Esto vale para todos los ámbitos de la vida, no sólo para el aspecto laboral, sino también el personal, social y familiar. Aprender a encontrar un equilibrio entre todos estos aspectos es clave.