Los medios ocultaron la fría y terrorífica amenaza del presidente de Estados Unidos Joe Biden en la propia cara del primer ministro alemán Olaf Scholz.
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Hace algo más de un año antes de la invasión de Rusia a Ucrania en una rueda de prensa en la que los dos lideres, Biden y Scholz, respondieron preguntas de periodistas que luego los mismos medios se encargaron de ocultar
En el contexto de nuevas sanciones para Rusia en las que Alemania se oponía por su amplia relación y dependencia rusa. Biden había dicho que la invasión de Rusia llevaría a la finalización del proyecto Nord Stream.
A la pregunta de las garantías exigidas a Alemania de no avanzar en el proyecto Nord Stream II. Biden respondió “nosotros vamos a aponer fina Nord Stream” Su tono frio, calculado y desafiante en la propia cara de Scholz, sorprendió al auditorio de medios, la periodista replicó entonces ¿cómo lo va a determinar darle fin a este proyecto si el proyecto está en control de Alemania y no de Estados Unidos? Biden contesto, “te prometo que vamos a ser capaces de hacerlo”
Después las preguntas a Scholz sólo replicó “vamos a actuar en conjunto” se evidenció una rendición absoluta, sin replica ni contundencia la humillación fue indudable, se ocultó el momento mediático, el mundo siguió huérfano en información del asunto y los alemanes empezaron a castigar a Sholz que dejó en claro su posición después en la guerra que tras vueltas y vueltas sobre el asunto había negociado su decisión y la de Alemania.
El programa en redes “Demoliendo mitos de la política” presentó hace un par de días el documento en video del aquel fatídico momento.
Meses después los gasoductos sufrieron atentados y hasta hoy no existe una contundente versión sobre quienes son los culpables. Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Polonia, Ucrania y la misma Rusia aparecen en tantas versiones. Incluso con más amplitud la Unión europea y la OTAN surgen como intervencionistas en el terrorista atentado.
