Alerta amarilla, es probable que la situación se prolongue debido a otras corrientes
La arena de los desiertos occidentales es arrastrada por el viento y afecta a lugares tan lejanos como el norte de Japón./minutoneuquen.com
La capital de China y parte del norte del país sufren una tormenta de arena que obliga el cierre de aeropuertos y parte del comercio.
Los rascacielos del centro de Beijing ahora lucen borrosos a la distancia, el polvo y la arena los cubre, el intenso tráfico de las avenidas luce lento y las afecciones de salud esperan a los millones de transeúntes. Las autoridades pidieron que los ancianos, los niños y las personas que sufren de afecciones respiratorias no salgan de sus casas durante la jornada.
La plantación masiva de árboles y arbustos en zonas vulnerables ha reducido la intensidad de las tormentas, que afecta a 12 provincias y regiones chinas.