El intento de traslado del famoso sector a las afueras de la ciudad generó la protesta de trabajadoras y vecinos de los sectores afectados
El proyecto de la alcaldía de Ámsterdam de desplazar la prostitución del famoso Barrio Rojo hacia un «centro erótico» en los suburbios ha desatado un enfrentamiento con vecinos y trabajadoras sexuales, opuestos a este cambio /LP7D/
Centenares de vecinos de los suburbios en cuestión, contrarios a que se instale un «enorme burdel« junto a sus casas, se unieron a las protestas de las trabajadoras sexuales que desean quedarse tras las vitrinas iluminadas con neón escarlata cerca de los canales del centro histórico.
Los residentes temen que el alboroto del Barrio Rojo llegue a sus calles mientras que las trabajadoras sexuales acusan a la alcaldesa de utilizarlas como chivo expiatorio en su intento por controlar la criminalidad y el turismo de masas en el centro de la ciudad.
«La alcaldesa dice que sólo somos una atracción turística y que la gente viene a burlarse de nosotros y a humillarnos«, dice una trabajadora sexual.
El Barrio Rojo solo representa una «pequeña parte», de la prostitución de la capital neerlandesa, que ha sido objeto de medidas cada vez más restrictivas: los burdeles deben cerrar más temprano el fin de semana y la prohibición del consumo de alcohol será ampliado al cannabis.
Ámsterdam también lanzó una campaña en línea para desanimar a los jóvenes europeos a realizar despedidas de solteros u otras actividades festivas en la ciudad.