«Las remesas son importantes como fuente de divisas para muchos países, donde estos flujos representan al menos 20% del PIB, como en El Salvador, Honduras, Jamaica y Haití», apunta el Banco Mundial.
Banco Mundial advierte que muchas naciones centroamericanas y caribeñas habrían sufrido un déficit de cuenta corriente si no fuera por los envíos de sus trabajadores en el exterior./LP7D/el periódico USA/
Los envíos de dinero de trabajadores en países desarrollados a sus familias en Latinoamérica y el Caribe crecieron 25,3% en 2021 y alcanzaron los 131.000 millones de dólares. Es notable el aumento en los envíos de Estados Unidos y, en menor medida, de España.
«El paquete de estímulo económico de Estados Unidos» para enfrentar la pandemia de covid-19 declarada en 2020 «contribuyó al crecimiento de las remesas, pues tuvo efectos positivos en la creación de empleo», señala el Banco Mundial en su último reporte sobre migración y desarrollo.
«Con mejores perspectivas para el mercado laboral en Estados Unidos, se espera que los flujos de remesas a la región continúen creciendo a 9,1% en 2022 y a 7,7% en 2023», agrega.
Los expertos del Banco Mundial no descartan sin embargo una desaceleración provocada por el crecimiento mundial, las presiones inflacionarias, la incertidumbre de la guerra en Ucrania, el finde la pandemia del coronavirus entre otros.
Se destaca el excepcional incremento de 10.900 millones de dólares en los flujos hacia México en 2021, un 25% más que en 2020.