Bombas, tanques e infantería lanzan el último ataque a la acería de Azovstal y aplastar la resistencia ucraniana. Fuerzas rusas reanudan su ofensiva para tomar el control del bastión de la resistencia en Mariupol y la infraestructura estratégica para la futura administración de la ciudad.
El nuevo ataque a Azovstal, que se inició con bombardeos de artillería y aviación/LP7D/es.blstingnews.com
con el objetivo de irrumpir, también fue confirmado por la Defensa de Moscú, que acusa a los combatientes enemigos de haber utilizado los corredores humanitarios para escabullirse del búnker y pretende quieren “destruir” sus “puestos de fuego”. Mientras el resto de Mariupol está en manos rusas, denunció el alcalde Vadym Boichenko, casi 40.000 habitantes son “deportados” a Rusia, muchos obligados a realizar trabajos forzados. (Versión no confirmada)
Nuevos ataques también en el área de Odessa. Según líderes militares en Moscú, los misiles Oniks lanzados por drones impactaron y destruyeron un hangar con armas enviadas desde países europeos y EE.UU.
Los cazas pesados continúan también en el oblast de Lugansk, donde según el gobernador Serhiy Gaidai en las últimas horas se han repelido 12 ataques, destruyendo tanques, piezas de artillería y otros vehículos blindados, pero Moscú está lista para intensificar los bombardeos de cara al 9 de mayo, día en el que celebra la victoria contra los nazis. El plan implicaría el uso de armas pesadas.