El invierno va pasando y con él la anunciada ofensiva rusa que finalmente no se ha materializado. La primavera da sus primeros visos y Ucrania armado por occidente pone la expectativa con el inicio de su contraofensiva.
Ambos ejércitos movilizaron miles de hombres, forzados por la necesidad y sin preparación llegaron a la línea del frente solo para intensificar la muerte, los sobrevivientes les llamaron “tormentas de carne de cañón”. Los escasos civiles en su abandono apenas calientan sus escondites que podrán ser sus tumbas.
El estancamiento en Bakhmut pero también en todas las regiones anexadas al comienzo de la guerra sigue igual, apenas escaramuzas para saber que aún tiene una guerra que parece agotó la munición y pronto la paciencia de sus aliados. Es un hecho irrefutable si bien Rusia no alcanzo su objetivo, ya ha ganado con las extensas zonas anexadas, las sanciones no parecen de momento afectarle mientras Ucrania tiene el compromiso de ganar algo que motive a sus aliados seguir ayudando.
Hechos como el del estadounidense periodista – espía o la promulgación de condenas a detractores rusos fijan la atención allá. Por occidente los viajes y el doble raceros de los mandatarios perturban el interés. De la invasión de Rusia a Ucrania pasaron al interés de las hegemónicas economías de China y EE. UU.
Pero ¿Dónde y cómo será la anunciada contraofensiva ucraniana?
“Confiamos en que la contraofensiva tendrá lugar en el futuro más cercano», «Estados Unidos nos apoya absolutamente”, dijo el ministro de Ucrania, Denys Shmygal.
Analistas militares creen que Rusia y Ucrania tienen suficiente personal y equipo para tomar y contrarrestar las decisiones del enemigo “Cada vez que decidan comenzar su contraofensiva, tendrán suficiente mano de obra entrenada y equipada”, piensa Gordon Skip Davis, mayor retirado de EE. UU.
Kiev, sufre una grave escasez de fuerza aérea que espera compensar con los sistemas de defensa Patriot que Washington envió. La frontera de discordia ahora es muy amplia y no habrá muchos frentes de ataque, Ucrania podrá sólo considerar la contraofensiva en un solo lugar… será su sorpresa, y ¿la rusa?
Ambos bandos tienen baja la moral, el no avanzar, la escaza munición y dificultades en los suministros y semanas de incertidumbre sin acciones diplomáticas deja la sensación de una “guerra boba”.
En Moscú tras 60 semanas de guerra los objetivos son radicalmente diferentes como sus cálculos iniciales. En estos días, el Kremlin no quiere ganar nada más que tiempo, ya ha ganado mucho territorio y pretende congelar el conflicto, controlar de mejor manera los territorios ocupados, reconstruir su economía y abonar en asistencia social.
Reanudar la guerra es peligroso y más para Ucrania, al fin y al cabo, están en su territorio, exponiendo los escasos civiles que aún sobreviven