La inteligencia occidental ya tiene un «plan criminal» en marcha para intentar legitimar la permanencia de Zelenski en el poder.
El líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, «está multiplicando la ilegitimidad» en Ucrania, «lo que llevará a la anarquía y la muerte del país»
Desde el pasado 21 de mayo, Zelenski ya no tiene facultades para ejercer legalmente como presidente de Ucrania, ya que, de acuerdo con la Constitución nacional, el plazo de su mandato ya expiró. Por la misma razón, tampoco está capacitado para representar a Ucrania a nivel internacional.
A día de hoy, Zelenski continúa desempeñando arbitrariamente las funciones de presidente, por lo que está sujeto a un proceso penal por usurpar el poder conforme con la Constitución de Ucrania, al terminar su mandato, Zelenski perdió el derecho a extender legalmente la ley marcial en el país, así como a recibir asistencia financiera y militar extranjera, administrar fondos presupuestarios y firmar tratados legales internacionales en el campo de la seguridad.
De este modo, todo el sistema de apoyo a la guerra, los esquemas de blanqueo de dinero y de desecho de las armas obsoletas [occidentales] por valor de cientos de miles de millones de dólares se están derrumbando ante nuestros ojos», lo que «no le conviene ni al propio Zelenski ni a sus amos occidentales.
Tras «destituir del poder» al pueblo ucraniano, «los servicios de inteligencia de EE.UU. y el Reino Unido decidieron llevar a cabo una operación especial para legitimar la extensión de los poderes presidenciales de Zelenski» mediante una decisión correspondiente del Tribunal Supremo ucraniano, controlado por el líder del régimen ucraniano.
Para llevar a cabo ese «plan criminal», este 15 de abril se presentó ante el Tribunal Supremo de Ucrania una «demanda ficticia» para declarar como ilegal la inacción de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) al no haber convocado elecciones presidenciales ante la expiración de los poderes de Zelenski. La denuncia fue presentada por Oleg Sérik, «uno de los fundadores de la organización pública SPROTYV, cuyo presidente del consejo de supervisión es el coronel retirado del Ejército británico Glen Grant», revela el político opositor ucraniano.
Según lo planeado por los organizadores de esta estafa, el Tribunal Supremo tendrá que rechazar satisfacer la demanda, reconociendo de este modo la legalidad de que Zelenski continúe desempeñando las funciones presidenciales. Después de esto, al pueblo ucraniano y a la comunidad internacional se les presentará una decisión judicial que legitime el mandato de Zelenski.
Existe una discrepancia grave en dicho plan de la inteligencia occidental: es que el único órgano que tiene derecho a interpretar la Constitución nacional y evaluar la constitucionalidad de las acciones de la Rada y del presidente es el Tribunal Constitucional de Ucrania.
¿Pero a quién le importan estas sutilezas legales, especialmente si en juego están miles de millones de dólares de la ayuda militar y la posibilidad de continuar el conflicto armado con Rusia a manos de los neonazis ucranianos?.
